"Esfinge cósmica", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; La Conquista del Espacio nº710, Bruguera, abril de 1984. Portada de Antonio Bernal. Hay otra edición en Ciencia Ficción nº38, Astri, 1988. Portada de Luis Almazán).
Rhan Seldon ha sobrevivido mil años (o así) criogenizado en una nave espacial "de castigo" por haberse opuesto al régimen totalitario de la Tierra. (Menudo gastazo el de esos fascistas humanitarios, digo yo, si envían al espacio a cada individuo que los cuestiona...) Cuando despierta, Rhan está a tropocientos mil años luz de su planeta, y se frustra mucho (aunque su condena era "a perpetuidad", así que no le debería haber cogido de sorpresa. En fin...) El caso es que se ve atraído por uno de esos simpáticos fenómenos cósmicos que acontecen de vez en cuando y ¡plasca!, termina en un planeta donde lo primero que ve es una especie de esfinge negra (y "ciclópea", nos cuenta Garland), y se encuentra en un lugar descrito así:
"Formas geométricas, rectilíneas masas negras, apenas si se silueteaban en la oscuridad total, formando parte de la misma con la solidez de sus estructuras verticales, prismáticas, a semejanza de bloques de viviendas sin ventanas ni puertas, como una fría y extraña urbe hecha de negros monolitos. Era eso lo que le rodeaba por doquier".
Vamos, un paisaje en la línea de En las montañas de la locura de Lovecraft.
Después la cosa tira por otros derroteros más en hacia La fuga de Logan, pues allá hay civilización humana (no precisamente democrática), y tenemos incluso una "semilla estelar" que suena también muy lovecraftiana, con tentáculos y todo.
Un relato entretenido que tiene sus momentos brillantes (y de vez un cuando, la buena y clásica pelea a puñetazos). Bien.
(No he conseguido la portada de la segunda edición -realizada por Luis Almazán- en mayor resolución. Esto es lo que hay).
Ciencia Ficción nº38, Astri, 1988. Portada de Luis Almazán |
ÍTEM MÁS: Seguimos sin tener la portada "original" de luis Almazán con mayor resolución. No obstante, lo que sí hemos conseguido (por casualidad) es la ilustración que Bruce Pennington realizó en 1976 (o 1979, según algunas fuentes) para "The Stone God Awakens", del maestro Philip José Farmer. Parece que el amigo Almazán se inspiró ligeramente en el dibujo de Pennington...
La idea de la esfinge podía salir de Julio Verne también (La esfinge de los hielos), que la tomó de Poe (Arthur Gordon Pym). Poe fue el maestro de Lovecraft y éste sin duda también leyó la novela de Verne. De alguna manera el nombre de Juan Gallardo se enlaza con el de estos maestros en un mismo universo creativo.
ResponderEliminarCurioso que menciones esas dos obras, Francesc, puesto que "En las montañas de la locura" de Lovecraft (obra que cito en la reseña) es la tercera parte oficiosa de esa saga antártica.
EliminarY sí, Juan Gallardo era un gran lector y a Poe lo tenía puesto en un altar, sin duda alguna... (Me pregunto si en alguna otra novela de Curtis se podrá rastrear la influencia de Verne...)
Ah, Curtis Garland fue siempre de mis favoritos en el mundo de los libritos Bruguera y similares. Un gra maestro con un nivel siempre aceptable y muchas veces sobresaliente...
ResponderEliminarCiertamente, Juan Gallardo era un autor muy especial.
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