Un blog de micro reseñas bolsilibrescas realizado por Alberto López Aroca, mitógrafo creativo y escritor
Mostrando entradas con la etiqueta victoriana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta victoriana. Mostrar todas las entradas
viernes, 2 de mayo de 2014
Micro Reseña 89: "Ahorcado, dame tus ojos", de Curtis Garland
"Ahorcado, dame tus ojos" de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Thanatos nº13, Ediciones Forum, Barcelona, marzo de 1985. Portada de Prieto - Agencia Norma).
El gran Juan Gallardo, en esta su etapa post-Bruguera, nos ofrece una de sus producciones gótico hammerianas más explícitas, aunque no basada en ningún film de la productora británica que yo conozca:
Estamos en algún momento del siglo XIX (finales) y el doctor Frank Shelley, salido del londinense Bart's (el hospital donde hizo las prácticas y estudió el buen doctor John H. Watson), va de camino a algún rincón centroeuropeo para tratar los extraños males de un Gran Duque. Ya cerca de su destino, la diligencia se detiene en mitad de la noche justamente al lado de un ahorcado, otro noble, en este caso un criminal al estilo Giles de Rais, al que el pueblo ha juzgado, condenado y ejecutado. Mientras la diligencia sigue de camino, un par de figuras envueltas en macfarlanes salen de la arboleda, descuelgan al ahorcado, lo decapitan y se llevan la cabeza en una caja de sombreros.
El joven doctor Shelley, a su llegada a la mansión/castillo, se encuentra con el Gran Duque, su exhuberante amante (salida directamente de algún cartel de la Hammer, una vez más), y el siniestro, psicopático y odioso hijo ciego del patrón, un niñito que se dedica a sacarle los ojos a cada bicho que cae en sus manos...
Junto con Shelley llega la nueva institutriz austríaca que habrá de enderezar al chaval... pero eso sucede, claro, después de que los misteriosos trasuntos de Burke y Hare (o de Frankenstein y su jorobado) hayan realizado una operación quirúrgica condenada por hombres de ciencia y, sobre todo, por la iglesia...
Y el niño, milagrosamente, vuelve a ver. Y por supuesto, los crímenes comienzan a sucederse (ojos fuera todo el rato y otras lindezas...), y nadie parece estar a salvo, aunque todos sepamos que el doctor Shelley es el bueno de la película y que, al final, tendrá que casarse con alguien por obra y gracia de Curtis Garland...
Más desparramada, gore y splatter que otras novelas del Maestro, "Ahorcado, dame tus ojos", me ha parecido un típico Garland de terror victoriano, con sus referencias obvias a clásicos del terror y a las turgencias femeninas. No es, ni de lejos, la mejor obra de Juan Gallardo, pero la ejecución es impecable, los ambientes son perfectos (siempre hay un majísimo perrito junto al fuego que se percata de que en la sombrerera hay algo raro), y aunque a mí no me ha matado la historia, reconozco que está bastante, bastante bien. Tanto, que diversos amigos de La Tercera Fundación tuvieron a bien comentar esta obrita en su imprescindible base de datos: aquí tienen el enlace para leer dichas opiniones.
jueves, 15 de agosto de 2013
Micro Reseña 66: "Cazadores de vampiros", Lem Ryan
"Cazadores de vampiros", de Lem Ryan (Francisco Javier Miguel Gómez; California nº1400, Bruguera, 1983).
Ahora sí: ¡un auténtico "Drácula en el Oeste"! ¡Sin condes imitadores! ¡Sin Scooby Doo!
¡Sí!
¡Drácula!
¡En el Oeste!
Tras las aproximaciones de Silver Kane (que inauguró el género ranchodraculiano con -obviamente- "Rancho Drácula", y que podéis descargar aquí GRATIS y CON PERMISO DEL AUTOR, Francisco González Ledesma), y de las incursiones de Donald Curtis (Juan Gallardo Muñoz, por supuesto; ya hemos hablado aquí de estas novelas, aunque tenemos pendiente "Drácula West"), el gran Lem Ryan, creador de híbridos, consiguió colar en 1983, en la colección California de Bruguera (una de las muchas dedicadas al western), una novela en la que, por fin, el Conde Drácula iba al Oeste... con todas las de la ley.
(Por cierto: más información sobre el género ranchodraculiano en el volumen "Sherlock Holmes en Rancho Drácula", que se vende por correo por 8 euritos -gastos de envío incluido-, firmado por el autor y, si lo quieren ustedes, también por Norm Eldritch).
Jonathan Baker (sic, quizá... pero no) llega a San Francisco con una misión que está relacionada con lo que sucedió meses atrás en Sighisoara (Rumanía), "tierra de leyendas y de supersticiones, de ajos, de cruces... Y de vampiros".
Y es que Baker transporta una cajita de metal pintada de negro -no muy distinta de una cajita de metal que se guardaba en la banca Cox & Co. y que pertenecía al doctor John H. Watson- que contiene las cenizas de... ¿adivinan ustedes quién?
Baker tiene intención de ocultar la caja en un lugar donde nunca nadie pueda encontrarla, donde nunca nadie pueda abrirla y desatar de nuevo "una peste mayor, más virulenta y espantosa que cualquiera de las conocidas".
Ah, las buenas, vanas intenciones...
No vamos a spoilear ni a sinopsear una sola línea más, aunque diremos que el buen gunman Jonathan (sí, otro Jonathan) McIntire va a tener trabajo en la gran ciudad, que es muy difícil contener la plaga guardada en esa moderna Caja de Pandora, y que el incendio de San Francisco fue una nimiedad comparado con... pero no, no, no vamos a dar detalles.
Este es uno de esos bolsilibros con sabor Hammeriano (y su punto de Bonanza y los Cartwright) con deliciosas y sangrientas referencias a Jack el Destripador; un Weird Western victoriano que realmente DEBES TENER Y LEER... y que ahora, sí, desde hoy mismo (15 de agosto de 2013), PUEDES TENER Y LEER.
Y es que nuestro amigo Ryan ha puesto en marcha el crowdfunding para publicar su nueva novela lovecraftiana, LA FRATI NIGRA, y entre las recompensas que se ofrecen está UNA NUEVA EDICIÓN de este "Cazadores de vampiros", revisado, recocido y servido directamente por el autor para TODOS LOS QUE HEMOS SUPIRADO DURANTE AÑOS por tener entre nuestras manos esta magnífica historia de terror y pistoleros.
Bien, pues AHORA SE PUEDE.
Esta es la dirección del crowdfunding de LA FRATI NIGRA:
Por 15 euros, el señor Lem Ryan os enviará a casa "La Frati Nigra" firmada y dedicada.
Y por 25 euros os enviará eso, más la nueva edición de CAZADORES DE VAMPIROS.
No sé qué diablos estáis esperando, amigos... Ah, claro... es que no lo hemos dicho todo:
POR 30 EUROS, Lem Ryan os enviará a casa "La Frati Nigra", "Cazadores de vampiros" y LA HASTA AHORA DESCONOCIDA Y PERDIDA NUEVA AVENTURA DE SU MÁS CÉLEBRE PERSONAJES, "KATHAM Y LAS SOMBRAS DEL CAOS", una novela de la que ya hablamos aquí hace poco tiempo...
Hay más recompensas, por supuesto... y quiero recordaros (o explicaros a los que no lo sepáis) que ESTOS LIBROS SÓLO EXISTIRÁN SI EL CROWDFUNDING ALCANZA SU OBJETIVO DE RECAUDAR 3.000 EUROS.
Así que, será mejor que no os esperéis a verlos en tiendas o en el kiosco de la esquina, porque (para bien o para mal) eso es cosa del pasado.
APOYAD AHORA EL CROWD DE LEM RYAN.
Entra en la página, echa un vistazo a las recompensas, lee el proyecto... YO YA LO HE APOYADO.
NUEVO: La portada moderna para la nueva edición de "Cazadores de vampiros", obra de José Baixauli:
Etiquetas:
1983,
bolsilibros,
Bruguera,
cazadores,
Colección California Bruguera,
destripador,
drácula,
género ranchodraculiano,
jack the ripper,
Lem Ryan,
micro,
mitología creativa,
reseñas,
victoriana,
weird western
domingo, 4 de agosto de 2013
Micro Reseña 62: "El Bosque del Horror", Alex Colins
"El Bosque del Horror", de Alex Colins (Fernando Orviso Herce; Selección Terror nº69, Bruguera, junio de 1974. Portada de Jorge Núñez).
Alabama, finales del siglo XIX. El malvado dueño de una plantación (de algodón, suponemos) quiere casarse con la joven, guapa y rica heredera de la plantación vecina. Pero la joven, guapa y rica heredera está enamorada de un pelanas (joven y guapo). Lo que la joven y etcétera heredera no sabe es que su tío y albacea ha hipotecado la plantación y, como la chica no acceda a casarse con el señor Job Wharton, lo va a perder todo. Pero bueno, la chica es como Dios manda y no piensa ceder un ápice...
(Sí, mucho terror no hay hasta aquí; cierto, amigos...)
Así que Job Wharton (el malo) recurre a la ayuda de una bruja local que, en la India y en el África negra, aprendió el bello arte de resucitar a los muertos... y en menos que canta un gallo, la tenemos liada con unos cuantos cadáveres controlados (chapuceramente) a distancia por la vieja Theda, unos villanos que tienen la mala costumbre de morir en sus propias trampas-zombi, y unos buenos que tienen más suerte de la que merecen.
"El Bosque del Horror" (llamado así porque ahí vive la bruja) es una novela que podría haber sido mucho más original y divertida, y con un poco de imaginación, podemos incluirla dentro del género del Weird Western. Está muy bien escrita -pues su autor tenía mucho oficio-, hay un par de buenas escenas y la ambientación sureña pre-Guerra de Secesión está conseguida; pero en mi opinión, se trata de un intento fallido de novela de miedo y -lo peor de todo- es que es demasiado predecible. (No obstante, me sorprende que Alex Colins no volviera a asomar la cabeza por Selección Terror de Bruguera...)
(OTRA RESEÑA de esta novela, en el blog BOLSILIBROS)
SOBRE EL AUTOR:
Fernando Orviso Herce (Logroño, 1926-2007) escribió más de quinientas novelas policíacas, del Oeste y románticas para Rollán y Bruguera desde los años 50. No se prodigó demasiado en las diversas colecciones de terror: el presente es su única novela publicada en Selección Terror de Bruguera, y nos consta que, bajo el pseudónimo de Fred Hercey (el autor utilizó otros muchos nombres en sus obras) escribió también para la colección Terror de EASA-Andina otras siete novelas del género.
Aquí tienen un enlace con un extenso y muy instructivo artículo sobre este escritor riojano: es un pdf; descárguenlo y léanlo con atención, pues es de gran interés.
sábado, 20 de julio de 2013
Micro Reseña 56: "Pacto... ¡después de morir!", Curtis Garland
"Pacto... ¡después de morir!", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº195, Bruguera, noviembre de 1976. Portada de Antonio Bernal).
¡Otro cuasi-pastiche sherlockiano! (O al menos, conandoyleano...)
Estamos en 1890 (aunque al principio del texto se insinúa, por medio de lo que es claramente una errata, que estamos en 1850). Un joven abogado e investigador amateur, Victor Talbot, asiste a una reunión en Kearney Castle, donde hace diez años tuvo lugar un doble crimen resuelto sólo a medias... y los invitados a dicha reunión son ¡los sospechosos de entonces!
Hasta ahí, tenemos un planteamiento a lo "Diez negritos" de Agatha Christie, ¿verdad? Pues no, porque los tiros van por otro lado, ya que la primera parte de la novela -la mejor parte, por cierto- narra con pelos y señales el viaje nocturno de Talbot a su destino, su encuentro con unos salteadores, la aparición de un hombre misterioso llamado Manfred Graham -cuya descripción nos recuerda remotamente a la de algunos justicieros oscurillos, como la Sombra- que le salva el cuello al joven investigador, y que le habla de su inminente muerte en Kearney Castle... y de la posibilidad de que regrese, tan sólo en espíritu, a resolver el misterio de ¿quién le ha matado a usted?
Y, obviamente, eso es lo que sucede...
Si a esta idea le añadimos el detalle de que el joven Talbot es primo (lejano, aseguran los personajes del texto) de Arthur Conan Doyle, de quien Victor ha heredado el gusto por los misterios, nos encontramos con una idea bastante curiosa o, cuando menos, interesante.
Sin embargo, la novela va perdiendo fuelle en cuanto el detective aficionado muere y queda en manos de los sospechosos, que se limitan a acusarse mutuamente, a desmayarse, a gritar porque creen que han visto al fantasma de Talbot...
No está mal; se desperdician muchas posibilidades -sherlockianas- y argumentales (ojalá Curtis hubiera aprovechado más a Manfred Graham, que es un gran personaje), pero en fin, tira que te va. Y la portada de Antonio Bernal me gusta mucho.
Etiquetas:
1976,
Antonio Bernal,
Arthur Conan Doyle,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
micro,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
Selección Terror,
shelby hakes,
sherlock holmes,
victoriana
martes, 16 de julio de 2013
Micro Reseña 53: "Cuando tiemblan los cipreses", Curtis Garland
"Cuando tiemblan los cipreses", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº515, Bruguera, 1983. Portada de Desilo, reciclada de Selección Terror nº183).
Más mitología creativa (al estilo Farmer de "A Feast Unknown").
¿En quién se basó Stoker para crear al vampiro Drácula? No sólo en Vlad Tepes, sino en... ¡el barón Vrolock! (Recordemos a otro inspirador garlandiano de Stoker, el barón de Kronsteadt, que aparecía en "Los dientes del murciélago" -y según servidor de ustedes, en la apócrifa "Monstruos en Baker Street"-. También deberían leer ustedes la micro reseña sobre "La maldición del vampiro plateado", con Drácula en la India).
Un Van Helsing (llamado aquí por otro nombre) y su hija (muy pequeñita) hicieron lo que había que hacer con el Rey de los Vampiros en su momento, pero... ¡Vrolock a vuelto! ¡A los Estados Unidos! ¡En los años 20! ¡Y en busca de venganza! Y... ¡es venganza de la buena!
Una muy buena revisitación draculiana, de la que no puedo aportar ahora mismo más detalles porque no tengo a mano la obra en cuestión y la leí hace ya unos meses...
No obstante, la recomiendo fervorosamente, pues encontraréis -además del asunto mitográfico creativo- un par de escenas realmente espeluznantes. ¡Bravo!
![]() |
Selección Terror nº183, portada original de Desilo (Desiderio Babiano Lozano Olivares), 1976 |
Etiquetas:
1983,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
Desilo,
drácula,
micro,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
Selección Terror,
victoriana
viernes, 12 de julio de 2013
Micro Reseña 52: "El fantasma de Baker Street", Curtis Garland
"El fantasma de Baker Street", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Servicio Secreto nº1.370, Bruguera, noviembre de 1976. Portada de Miguel García)
(NOTA: Esta micro reseña es un extracto de mi artículo "Sherlock Holmes, Shelby Hakes y Shylo Harding: la aproximación sherlockiana de Curtis Garland", incluido en el volumen "Sherlock Holmes en Rancho Drácula", a la venta por correo postal -sólo 8 euros- AQUÍ). "El fantasma de Baker Street" no es ningún fake de tono homenajístico/humorístico, como lo fue mi post conmemorativo -pues se trataba de la micro reseña número 50 y quise hacer un guiño a los compañeros que también se dedican a la arqueología bolsilibresca- sobre "Monstruos en Baker Street", que nunca existió pero que podría haber sido real).
El fantasma de Baker Street —una obra que ha caído en nuestras manos gracias a la generosidad de Antonio Guerrero González, estudioso de la novela popular y a la sazón, traductor en nuestro país de las lovecraftianas obras del norteamericano David Woolrich (un autor perteneciente a la generación de Norm Eldritch, Jubelo Fowler, King Parker y otros muchos escritores a los que actualmente se está rescatando en nuestro país)— presenta a un paperback writer también estadounidense, el señor Shylo Harding, que viaja a Londres por ocio y para visitar el mítico museo de Sherlock Holmes situado en el 221 de Baker Street. Por diversas vicisitudes, cae en manos de Harding el último manuscrito del doctor John F. Weston (y ojo, pues no señalamos [sic]) donde se relata la aventura postrera de su amigo y compañero, el detective Shelby Hakes, que hubo de enfrentarse en 1897 a un misterioso asesino múltiple (no exactamente un imitador del viejo Jack el Rojo) llamado, sencillamente, “el Degollador”.
Esta obra, en la que no vamos a ahondar mucho más, es un auténtico hallazgo dentro de la literatura pastichera holmesiana pues, que sepamos, no estaba catalogada como tal. El fantasma de Sherlock Holmes se puede enmarcar dentro de ciertas corrientes no exactamente revisionistas, sino más bien negacionistas, esto es, los pastiches que aluden al hecho de que no existió nadie llamado Sherlock Holmes, sino algún otro personaje (Jack Sparks en La lista de los 7 de Mark Frost, el doctor Joseph Bell en diversas obras y series televisivas, son dos ejemplos de esta corriente) en el cual se habría inspirado el doctor Doyle para escribir sus historias. Es, también, el método utilizado por el moderno Padre de la mitología creativa, el difunto Philip José Farmer, en sus obras sobre “las personas reales que sirvieron como base a los creadores de Tarzán y Doc Savage” (hablamos concretamente de la brillantísima A Feast Unknown, 1969, protagonizada por John Cloamby “Lord Grandrith” y James “Doc” Caliban). De hecho, Juan Gallardo llega más lejos y sitúa las originales aventuras de Shelby Hakes al menos veinte o puede que treinta años antes que los primeros casos de Sherlock Holmes: Según Gallardo, Hakes es un hombre anciano en el año 1897, y el doctor Weston obtuvo su doctorado en Medicina en algún momento durante el primer tercio del siglo XIX.
(Mención aparte merece el escritor Shylo Harding, que en la obra desempeña un papel que guarda semejanzas con el del actor Sheridan Hayes en A Three Pipe Problem (Un problema de tres pipas, 1975), un homenaje holmesiano de Julian Symons cuya secuela, The Kentish Manor Murders (Los asesinatos de Kentish Manor, 1988), es bastante inferior al original).
En cualquier caso, se trata de un pastiche de gran importancia dentro del género en España —por sus características mitográfico creativas— y posiblemente a nivel internacional, debido a una pluma de solvencia más que probada, y que merecería una reedición en papel lo antes posible: los sherlockianos merecen leer esta novela.
![]() |
Lea el artículo completo en este imprescindible cuaderno. Recíbalo en su casa (en papel, nada de ebooks) por sólo 8 euros Escriba a fabulasext@hotmail.com |
Etiquetas:
1976,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
destripador,
jack the ripper,
micro,
Miguel García,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
servicio secreto,
shelby hakes,
sherlock holmes,
victoriana
miércoles, 10 de julio de 2013
Micro Reseña 50: "Monstruos en Baker Street", Curtis Garland
El narrador, el doctor John F. Weston, relata cómo el barón de Kronstedt, un noble transilvano, visita al detective londinense Shelby Hakes
en 1879 para contratar sus servicios. El problema: se ha extraviado un envío
procedente de Suiza, concretamente un cajón de notables dimensiones que
contiene una reciente adquisición del barón.
Hakes se pone manos a la obra y, tras un par de rápidas
deducciones y de encuentros con mozas turgentes (cantos de sirena a los que el
detective hace caso omiso, no como el bueno del doctor Weston), da con el
dichoso cajón que contiene nada menos que el cuerpo de una monstruosa mujer
conformada con cadáveres de otras damas. (El envío, obviamente, estaba remitido
por un tal barón Frankenstein).
A todo esto, Hakes y Weston pierden el cajón tras una
cruenta pelea a balazos (de plata) con un hombre lobo, una criatura invisible,
y un grupo de zombis recién salidos de alguna morgue. Weston tiene muy claro
que Kronstedt no es trigo limpio, pero Shelby Hakes sabe la verdad, y es que
esos monstruos en realidad trabajan para un adversario del caballero carpatiano,
en concreto un monje ruso que responde al nombre de... Rasputín.
![]() |
El ejemplar del amigo Efrén Comín (junto con otras novelas de a duro y los planos originales del submarino Bruce-Partington), adquirido durante la II Tertulia Sherlockiana de Madrid. 13 de julio de 2013. |
Para acabar con esta ensalada de monstruos, el astuto Hakes
recurre a la colaboración de un amiguete suyo, el señor Roger Hastings (y su fiel ayudante hindú, Rahma), que es un especialista en asuntos sobrenaturales,
y también recoge por el camino al pistolero texano Drury Reno, que andaba por
Londres como parte de un espectáculo del Far West. Y así, tenemos un
precipitadísimo confrontamiento final (dos páginas y todo arreglado, amigos) de
las tres partes en una mansión de Whitby, con el barón de Kronstedt (cuyo
verdadero nombre es el de conde Drácula; revelación nada sorpresiva) haciéndose
con un ejemplar de un grimorio llamado “El Negro Libro del Horror” y que le
permitiría invocar a un buen puñado de demonios, el monje Rasputín y sus
monstruitos repartiendo dentelladas y candela (ruedan cabezas, desaparecen
brazos y piernas), y el súper grupo de Hakes armado hasta los dientes con
estacas de madera, cruces, más balas de plata (ahora rociadas con agua bendita,
por si las moscas), y algunos adminículos anti-zombi patentados por Roger
Hastings.
¡Ah! Y al final, el doctor Weston se casa con una de las
diversas damas de pechos generosos que aparecen en la narración. (No con la
chica remendada de Frankenstein).
Este delirio maravilloso hace referencia a un buen puñado
de novelitas curtisianas (como "El fantasma de Baker Street", que reseñaremos aquí oportunamente), y en él presenciamos un intrincado juego metaliterario, pues Curtis en persona nos asegura que está traduciendo una novela escrita por
el norteamericano Shylo Harding, autor de novelas baratas...
En resumen, una novelita que
no existió y que, sin embargo, podría y debería existir.
Muy, muy, muy divertido, y tan difícil de conseguir, o
quizás más, que el poco conocido “Necrolatría” de O. Marshall (Selección Terror
nº535, Bruguera, 1983).
![]() |
"Monstruos de Baker Street" alcanza precios astronómicos entre los coleccionistas de bolsilibros.
|
Etiquetas:
1976,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
drácula,
fake,
micro,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
Selección Terror,
shelby hakes,
sherlock holmes,
victoriana
lunes, 8 de julio de 2013
Micro Reseña 48: "Carruaje fúnebre", Curtis Garland
"Carruaje fúnebre", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº148, Bruguera, diciembre de 1975. Portada de Rafael Cortiella).
La inapropiada ilustración de cubierta que representa a un jorobado/enano patizambo deja, de buenas a primeras, mucho que desear... No obstante, el contenido de esta novelita garlandiana tiene cierto interés.
La historia, escrita supuestamente en clave decimonónica (aunque en esta ocasión, el bueno de Curtis no terminó de recrear el ambiente victoriano tan bien como en otras ocasiones), da comienzo en el Museo del Crimen de Scotland Yard, cuando el inspector Moore le cuenta a su colega del otro lado del océano, el capitán Flaherty, el caso que le valió la llegada a Londres, pues hasta entonces sólo había sido un Plinio de Tomelloso como cualquier otro. Y ahí comienza la sucesión de periplos al cementerio de Bradfield, un pueblecito inglés con ínfulas de ciudad, poblado por ciudadanos con mucha mala baba... tanta, que alguno se las ha ingeniado para vengarse de su asesino desde la tumba.
No contento con pintar a unos vecinos twinpeakescos de lo más variopinto (la bruja guapa adoradora de Satanás sólo es uno de ellos), Curtis se trae al pueblo a la consabida periodista y escritora londinense listilla a la que bautiza con el nombre de "Gladys Keeler", quizá para llamar la atención de un lector que se ha dado cuenta de que la trama es un tanto retorcida, como las novelas del gran Harry Stephen Keeler.
¿Se trata de un homenaje al bizarro autor de Chicago? Pues no diría yo que no...
Divertida y entretenida.
La inapropiada ilustración de cubierta que representa a un jorobado/enano patizambo deja, de buenas a primeras, mucho que desear... No obstante, el contenido de esta novelita garlandiana tiene cierto interés.
La historia, escrita supuestamente en clave decimonónica (aunque en esta ocasión, el bueno de Curtis no terminó de recrear el ambiente victoriano tan bien como en otras ocasiones), da comienzo en el Museo del Crimen de Scotland Yard, cuando el inspector Moore le cuenta a su colega del otro lado del océano, el capitán Flaherty, el caso que le valió la llegada a Londres, pues hasta entonces sólo había sido un Plinio de Tomelloso como cualquier otro. Y ahí comienza la sucesión de periplos al cementerio de Bradfield, un pueblecito inglés con ínfulas de ciudad, poblado por ciudadanos con mucha mala baba... tanta, que alguno se las ha ingeniado para vengarse de su asesino desde la tumba.
No contento con pintar a unos vecinos twinpeakescos de lo más variopinto (la bruja guapa adoradora de Satanás sólo es uno de ellos), Curtis se trae al pueblo a la consabida periodista y escritora londinense listilla a la que bautiza con el nombre de "Gladys Keeler", quizá para llamar la atención de un lector que se ha dado cuenta de que la trama es un tanto retorcida, como las novelas del gran Harry Stephen Keeler.
¿Se trata de un homenaje al bizarro autor de Chicago? Pues no diría yo que no...
Divertida y entretenida.
jueves, 4 de julio de 2013
Micro Reseña 47: "Seda y niebla para el asesino", Curtis Garland
Otra (brillante) aproximación garlandiana al tema del Destripador de Whitechapel.
Tres años después de los crímenes de Jack el Rojo, Londes (concretamente Lambeth) vuelve a sufrir el horror de un asesino de prostitutas: en esta ocasión, el asesino les corta el cuello a sus víctimas, y deja donde buenamente puede una firma grabada, la inicial "S" de "Slaughter". Scotland Yard sufre los ecos del fracaso de tres años atrás, y el joven e inteligente escritor, abogado y reportero Peter Chapman (a la sazón, autor de "Crímenes en la niebla", un volumen sensacionalista sobre el Destripador y otros criminales del mismo palo) se mete a husmear por aquí y por allá.
A todo esto, tenemos al matrimonio Lansbury (ricos venidos a bien) que está pasando por un momento conflictivo, porque el dinero es de ella, y a él le gusta más su turgente criada... y claro, la mejor forma de conservar el modus vivendi y beneficiarse a la exigente muchacha del servicio, es quedarse viudo, ¿verdad?
Juan Gallardo monta un retablo londinense de crimen, más crimen y algo de castigo (con salpicaduras de sangre por doquier y un puñado de escenas de taberna barriobajera), perfectamente adaptable al teatro, donde la niebla se puede cortar (con un cuchillo, claro) y la seda no hace acto de presencia casi que para nada. Ni falta que hace.
BOLA EXTRA:
Buscando (sin éxito) otras reseñas de “Seda y niebla para el asesino”,
me he encontrado con un documente Excel colgado en ESTE ENLACE.
No sé exactamente quién es su autor (en las propiedades del
documento he encontrado un nombre que no reproduciré aquí), pero yo diría que
es un listado personal sobre la colección Selección Terror de Bruguera, una
lista de “tengo y no tengo”, estado de las novelas, etc. (Sólo espero que esta
lista no se encuentre en un lugar público por error y esté metiendo las narices
donde no me llaman. Mis disculpas, si es el caso, al autor).
Lo curioso, al margen de que esté colgado en internet y
cualquiera pueda acceder a él, son los comentarios salpicados aquí y allá junto
a las novelas. Básicamente, se trata de valoraciones que pueden servir como
recomendaciones. Podéis descargarlo en el enlace (es una curiosidad animal,
nada más), y aquí os dejo algunos de los comentarios que he encontrado sobre algunos
títulos:
“Mujeres vampiro” de Curtis Garland: LA LEI EN 1993, Y NO ME
GUSTO
“Los fríos labios de la muerte” de Vic Logan: LA LEI EN
1992, Y NO ME GUSTO
“La hija de Frankenstein”, de Silver Kane: LA LEI EN 1987,
EN LA "MILI", Y ESTA BIEN
“Noche de espanto”, de Ada Coreti: LA LEI EN 1992, Y NO ME
GUSTO
“El monje sangriento” de Curtis Garland: LA PRIMERA QUE LEI,
Y LA MEJOR DE TODAS (Y LA 423)
“El muerto está muy sano” de Clark Carrados: DE LO BUENA QUE
ES, LA HE LEIDO DOS VECES YA
“Llegada de un tren” (esta es la 423 que cita el autor): UN
SEÑOR NOVELON (DE CURTIS GARLAND)
“Cita en el invernadero” de Lou Carrigan: FUE MI SEGUNDA
NOVELA, Y LA COMPRE YO
“El fuego y las mariposas” de Ralph Barby: LA
"LEVANTE" CUANDO ESTUVE EN LA MILI EN EL 86
“Revividos” de Ralph Barby: LA LEI EN 1988, MUY BUENA
“Los muertos que no morían” de Clark Carrados: (Selección
Terror Extra nº6) de LA MEJOR
Las novelas están marcadas con diversos colorines, y al
final del texto aparece esta esclarecedora nota:
“LAS DE COLOR MARRÓN ME LAS QUITÓ MIKEL Y NO HE VUELTO A
VERLAS. LAS DE COLOR ROJO NO LAS TENGO”
Etiquetas:
1975,
Alberto Pujolar,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
destripador,
jack the ripper,
micro,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
Selección Terror,
victoriana
martes, 2 de julio de 2013
Micro Reseña 46: "Monstruo en la Ópera", Curtis Garland
"Monstruo en la Ópera", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº102, Bruguera, 1975. Portada de Salvador Fabá).
Otra estupenda aportación victoriana y pastichera del llorado Juan Gallardo, esta vez con su versión (reconocida en el prólogo a la novela) de "El fantasma de la ópera" de Gastón Leroux, trasladada al Londres post-Destripador (la sombra de Jack el Salsitas planea sobre toda la historia) y protagonizada por un joven reportero de sucesos, un personaje que, al menos por esta vez, tiene matices y trazas de personaje de carne y hueso, y no de vehículo conductor maniqueo.
¿El argumento? Asesinatos misteriosos de "habitación cerrada" en la Ópera de Londres. ¿Sospechosos? Todos los que ustedes deseen, más un monstruo que es tal cual lo retrata el gran Salvador Fabá en la portada.
No es la típica novelita, ni el típico pastiche, a pesar de que el argumento no va mucho más allá de lo habitual en los relatos victorianos de Garland. No obstante, el ambiente está incluso mejor conseguido de lo acostumbrado en el autor (quien suele evocar muy bien la falsa estética victoriana perpetuada por la Hammer).
No aporto más información porque no tengo la novela a mano y la leí hace ya algunos meses, pero no obstante, siempre pueden ustedes echar un vistazo a otra reseña de esta misma obra, recogida en The Jamaa Fanaka Experience.
Etiquetas:
1975,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
destripador,
fantasma de la ópera,
jack the ripper,
micro,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
Salvador Fabá,
Selección Terror,
victoriana
lunes, 1 de julio de 2013
Micro reseña 45: "La maldición del vampiro plateado", Curtis Garland
"La maldición del vampiro plateado", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº113, Bruguera, abril 1975. Portada de Enrique Martín).
En 1880, el profesor Basil Bannister clavó una estaca en el corazón del Conde Drácula, un vampiro que había llegado a Londres por medios desconocidos (posiblemente en barco) desde Transilvania. Estos hechos llegaron a oídos de un irlandés llamado Bram Stoker, que en 1897 publicó una versión de los hechos.
Lo que Stoker no llegó a saber nunca es que los restos (in)mortales del Conde fueron encerrados/enterrados en un ataúd de plata, en un cementerio "de leprosos", por el profesor Bannister, que de esto de cazar vampiros sabía un buen rato. Y que los infames Burke y Hare, dos ladrones de tumbas que han pasado a la Historia del Crimen por sus fechorías, robaron el (por otra parte) apetitoso ataúd, pues la plata vale lo suyo, y lo vendieron a un coleccionista de objetos de dicho metal precioso, quien se llevó el dichoso ataúd nada menos que... a Bombay.
A todo esto, en la India se está montando una pequeña rebelión anti británica, comandada por un grupo de adoradores de Kali (los típicos estranguladores thugs de toda la vida), quienes aseguran que en alguna parte han oído la leyenda del Vampiro de Plata que vendrá de un país lejano para liberar la India del Opresor Inglés...
Bien, pues este es el apasionante punto de partida de esta novela que, según comentaba recientemente el ilustrador e historietista Antonio Romero Olmedo, tiene al menos un puntito de inspiración en la osada -y demasiadas veces vilipendiada- obra maestra de la Hammer titulada en nuestro país "Los siete vampiros de oro" (o también, "Kung Fu contra los siete vampiros de oro", "Drácula y los siete vampiros de oro", etc).
Algo de esto hay.
Juan Gallardo se descuelga por una novela de ambientación aventurera, con unas cuantas escenas de terror bastante conseguidas (vampiro en barco = escena de miedo buena; hordas de vampiros entrando en masa en Bombay = ataque zombi en condiciones), sin demasiados giros argumentales -a veces también es de agradecer que las cosas sucedan como Dios manda-, y con una interesante teoría acerca de las debilidades religiosas de los vampiros, que ha aportado alguna frase brillantemente inconcebible, como la que pronuncia el capitán Fox de los Khyber Rifles: "¡Krishna acabe contigo y con tu horda maldita de muertos en vida!"
El uso anacrónico de Burke y Hare (cuyas actividades tuvieron lugar en 1828) no ensombrecen para nada el desarrollo de esta novelita -más bien al contrario-, y en general, "La maldición del vampiro plateado" es una auténtica gozada, perfectamente recuperable y reeditable.
(Sobre "Garland y el vampiro que inspiró a Stoker", recurso mitográfico creativo de carácter farmeriano, recomiendo echar un vistazo a las micro reseñas de "Los dientes del murciélago" y "Cuando tiemblan los cipreses").
(Aquí, el señor Frunobulax reseña esta misma obra; y acá, Emilio Calvo la aprovecha para hacer un poco de poesía...)
ÍTEM MÁS:
Sugiere Antonio Romero Olmedo (al que citábamos más arriba), yo creo que con muy buen criterio, que maestro Juan Gallardo se basó en una producción de la Hammer que nunca llegó a realizarse: "Kali, Devil Bride of Dracula".
Aquí tenéis un interesantísimo artículo sobre prodigios que nunca veremos, y también el cartel promocional de esta película nonata (con Peter Cushing como Van Helsing, claro...)
Etiquetas:
1975,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
drácula,
Enrique Martín,
micro,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
Selección Terror,
victoriana
sábado, 29 de junio de 2013
Micro Reseña 44: "Sangre en la morgue", Curtis Garland
"Sangre en la morgue", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº492, Bruguera, 1983. Portada de Miguel García).
Otro destripador decimonónico en la Inglaterra victoriana, concretamente en un pueblecito llamado Ipswick. Un inspector de Scotland Yard investiga, y una insólita y anacrónica periodista intrépida también se mete en el ajo, a ver si consigue la exclusiva.
Se trata de una novela protagonizada casi exclusivamente por mujeres (de toda catadura), y me parece muy meritoria y divertida.
El amigo bolsilibrero Juan Castillo realizó una reseña más extensa, que recomiendo fervorosamente al lector.
Si cae en vuestras manos "Sangre en la morgue", no dejéis de leerla. Es un buen complemento a la serie "ripperóloga" de Curtis.
jueves, 27 de junio de 2013
Micro Reseña 43: "El negro libro del horror", Curtis Garland
"El negro libro del horror", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº125, Bruguera. Portada de Salvador Fabá).
Los Weird Westerns de Juan Gallardo suelen estar plagados de libros que parecen salidos de las estanterías de Thomas Carnacki o de Stephen Strange: las jóvenes maestras de los pueblos del Lejano Oeste tenía lecturas de cabecera relacionadas con la licantropía, el vuduísimo, las supersticiones transilvanas, y otras materias igualmente gustosas.
En "El negro libro del horror", Garland incide en el tema del "Libro Negro", el más oscuro de todos, y se lleva esta suerte de "Necronomicón" a la Inglaterra victoriana que tanto le gustaba y tanto nos gusta a nosotros (o al menos a mí), para crear una trama con demonios que andan sueltos por los parajes de Whitby (una localización netamente draculiana, si recuerda bien el lector de la novela de Stoker), una heredera chalada a la que le están haciendo luz de gas, un joven (y heróico) abogado londinense, un ricachón que anda en busca del librito en cuestión, posaderas de escote generoso (abocadas a tener un final sangriento y gore), y todos esos elementos sacados de las películas de la Hammer (cuyo espíritu flota en las novelas decimonónicas de Curtis) y en buena medida, de las lecturas del autor.
Sería una novela brillantísima de no haberse producido el clásico final precipitado, resuelto de la manera más burda (Sherlock Holmes jamás habría consentido lo que sucede en la última página de esta novela) por falta de espacio.
De todos modos, resulta muy agradable ver cómo Juan Gallardo se aproxima (de refilón) a este tema clásico -que podría haber abundado en dioses extradimensionales, pero no- y, además, la novelita es harto disfrutable: para leer junto al fuego mientras degustamos una copa de brandy y acariciamos a nuestro mastín. Bien.
Los Weird Westerns de Juan Gallardo suelen estar plagados de libros que parecen salidos de las estanterías de Thomas Carnacki o de Stephen Strange: las jóvenes maestras de los pueblos del Lejano Oeste tenía lecturas de cabecera relacionadas con la licantropía, el vuduísimo, las supersticiones transilvanas, y otras materias igualmente gustosas.
En "El negro libro del horror", Garland incide en el tema del "Libro Negro", el más oscuro de todos, y se lleva esta suerte de "Necronomicón" a la Inglaterra victoriana que tanto le gustaba y tanto nos gusta a nosotros (o al menos a mí), para crear una trama con demonios que andan sueltos por los parajes de Whitby (una localización netamente draculiana, si recuerda bien el lector de la novela de Stoker), una heredera chalada a la que le están haciendo luz de gas, un joven (y heróico) abogado londinense, un ricachón que anda en busca del librito en cuestión, posaderas de escote generoso (abocadas a tener un final sangriento y gore), y todos esos elementos sacados de las películas de la Hammer (cuyo espíritu flota en las novelas decimonónicas de Curtis) y en buena medida, de las lecturas del autor.
Sería una novela brillantísima de no haberse producido el clásico final precipitado, resuelto de la manera más burda (Sherlock Holmes jamás habría consentido lo que sucede en la última página de esta novela) por falta de espacio.
De todos modos, resulta muy agradable ver cómo Juan Gallardo se aproxima (de refilón) a este tema clásico -que podría haber abundado en dioses extradimensionales, pero no- y, además, la novelita es harto disfrutable: para leer junto al fuego mientras degustamos una copa de brandy y acariciamos a nuestro mastín. Bien.
Etiquetas:
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
micro,
mitología creativa,
mitos de cthulhu,
pastiche,
reseñas,
Salvador Fabá,
Selección Terror,
victoriana
martes, 18 de junio de 2013
Micro Reseña 42: "Drácula en el Oeste", Donald Curtis
Diligencia nº152, Astri, 1987 |
"Drácula en el Oeste", de Donald Curtis (Juan Gallardo Muñoz; hay tres ediciones: Diligencia nº152, Astri, 1987; Western nº24, Astri, 1998 -nunca hemos visto esta portada-; y Caravana nº38, Astri, 2001).
(NOTA: Un amigo de este blog, el señor José Elena, nos ha facilitado la portada que nos faltaba. ¡Muchas gracias compañero!)
Western nº24, Astri, 1998. |
"-Reno, sea serio. Los vampiros no existen.
-¿No? ¿Quién desangró entonces a esa joven pareja anoche? ¿Un hombre lobo, acaso?"
Sí, amigos: En el Viejo y Lejano Oeste había lumbreras capaces de diferenciar entre un vampiro y un hombre lobo. Incluso entre un vampiro, un hombre lobo y una momia. Este es, por ejemplo, el caso del vaquero y pistolero Drury Reno, protagonista de "Drácula en el Oeste".
El investigador y mitógrafo creativo Jordi Llavoré ha definido esta novela de Juan Gallardo como "psicotrónica". La verdad es que algo de eso hay, como podrán comprobar los lectores que echen un vistazo a la magnífica micro crítica de esta novela que el señor Frunobulax realizó hace algunos años.
Yo no tengo mucho más que añadir a las palabras de mi ilustre colega microcrítico, salvo quizás señalar el hecho de que el Conde Drácula no hace aparición en la novela (en su lugar tenemos al vampiro científico (¿?) Vladiak y a una de las muchas "Ilonkas" que pueblan las páginas de las novelas de Donald Curtis y Curtis Garland), que hay un circo salido de las páginas de los tebeos Marvel, y que esta segunda aproximación de Juan Gallardo al género ranchodraculiano (la primera fue "Drácula West", de 1980, que no tenemos en nuestras manos) es una obra de obligada lectura para mitógrafos creativos, para aficionados al bolsilibros, y para degustadores de placeres bizarros.
Una gozada victoriana, un Weird Western con todas las de la ley. ¡Hala, a cazarlo!
![]() |
Caravana nº38, Astri, 2001. Portada de Roca. |
Etiquetas:
Caravana Astri,
curtis garland,
Diligencia Astri,
donald curtis,
drácula,
género ranchodraculiano,
Ilonka,
micro,
mitología creativa,
mundo perdido,
pastiche,
reseñas,
victoriana,
weird western,
Western Astri
lunes, 17 de junio de 2013
Micro Reseña 41: "El pánico invisible", Curtis Garland
"El pánico invisible", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº190, Bruguera, octubre de 1976. Portada de Antonio Bernal).
Si esta novelita se hubiera publicado setenta y cinco años antes, habría sido lo que hoy se llama, en anglosajón, un "knock-off". Concretamente, un knock-off de "El hombre invisible" de H.G. Wells, a quien Juan Gallardo, sincero como siempre, dedica la obra en un prólogo donde reconoce su fuente de inspiración (igual que hizo con Sax Rohmer en "El cerebro del dragón").
Dicho esto, debo añadir que "El pánico invisible" no sólo es una dignísima aproximación al tema (Jules Verne hizo lo propio con "El secreto de Wilhelm Storitz", aunque hay mucha más bibliografía decimonónica sobre la invisibilidad cienciaficcionera), sino una verdadera novela de terror, construida con gran maestría y, en mi opinión, una de las mejores de la producción terrorífica de Garland.
Curtis ya había tocado el tema en "El discípulo de Frankenstein", y parece que volvió a las andadas (no lo sabemos con certeza, pues ni tenemos un ejemplar ni hemos leído la novela) años después en "Los crímenes del invisible". (NOTA: Ahora ya tenemos la novela, y también la reseña).
Sinceramente, me ha parecido una obrita muy especial, honesta a más no poder, con sus giros argumentales que se desvían de la obra de Wells, sus chicas de pechos generosos, y ese ambiente victoriano, desprovisto de mucha de la verborrea de la época (Juan Gallardo iba al grano, gracias a Cthulhu), que hace tan agradables de leer estas novelas decimonónicas de a duro.
Muy, muy buena, y sin ese final precipitado tan habitual en los bolsilibros. (Qué gustazo, la verdad...)
Etiquetas:
1976,
Antonio Bernal,
bolsilibros,
Bruguera,
curtis garland,
hombre invisible,
micro,
mitología creativa,
pastiche,
reseñas,
Selección Terror,
victoriana
sábado, 15 de junio de 2013
Micro Reseña 39: "Los dientes del murciélago", Curtis Garland
"Los dientes del murciélago", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº57, Bruguera, abril de 1974. Portada de Alberto Pujolar).
Una temprana novela de vampiros de Juan Gallardo que, sinceramente, no está a la altura de su producción en aquella época. Aunque está más cuidada en el aspecto puramente técnico que sus trabajos posteriores, me parece una obra aburrida y sin más interés que su bizarría argumental y algún personaje secundario digno de recuperación:
Estamos en 1899, y el británico Gordon Rose, que acaba de leerse el "Drácula" de Stoker (recién editado en 1897) se marcha de picos pardos a Transilvania. En Londres es un ligón sin par que no deja títere con cabeza, y en los Cárpatos no es menos... Por desgracia, una noche se cuela por la ventana un murciélago que le muerde en el cuello y... nada, pues que ya la tiene liada. "¡Ay, si hubiera puesto ajo en la ventana! ¡Ay, si hubiera creído en las supersticiones de estos ignorantes centroeuropeos!" Pues eso, llanto y llanto. Y para colmo, un médico local lo diagnostica con toda claridad: "En efecto, se ha convertido usted en vampiro". Y para corroborar el tema, ¿qué mejor que una muestra de sangre para que la analice la típica biólogo transilvana pueblerina del siglo XIX?
A todo esto, comienzan a sucederse los asesinatos vampirescos en el pueblo, Gordon huye de regreso a Londres (y deja atrás a su novieta carpatiana)... tan sólo para meterse en un fregado aún más gordo con sus novias.
Dicho de otro modo: ¿Es posible que, casualmente, todas las zagalas que se liga Gordon sean vampiresas? Pues... sí.
El título apropiado para este volumen habría sido, quizás, "Las mujeres vampiro, pero ahora en serio" (eso de "mujeres vampiro" es bastante afecto a Garland; ver, por ejemplo, "La succión de las mujeres vampiro" o "Las mujeres vampiro" en Selección Terror nº6).
Como nota al margen, quiero apuntar la mención a un vampiro de toda la vida, el barón de Kronstedt (un sosias draculiano; se deduce del texto que Stoker se basó en este barón para escribir su novela), así como la presencia de Lionel Strange, un amigote londinense del bueno de Gordon, que va por ahí con su bastón (de puño de plata, claro) y que, según Garland, tras esta historia se dedicó a estudiar e investigar misterios médicos y biológicos, como por ejemplo, el vampirismo. Así que, aquí tenemos a otro personaje rescatable y pasticheable, como el de Robert Hastings (y Rama, su ayudante hindú) en "Anoche salí de la tumba".
viernes, 14 de junio de 2013
Micro Reseña 38: "El Destripador viajó al Oeste", Donald Curtis
Caravana nº39, Astri, 2001. Portada de Roca. |
Diligencia nº186, Astri, 1988. (Cubierta por cortesía de Miguel Ángel Linares). |
![]() |
Western nº16, Astri, 1997. |
"El Destripador viajó al Oeste" es exactamente lo que promete: una historia de cómo Jack se marchó a Estados Unidos huyendo de la justicia británica (un argumento que al señor Alan Moore le daría risa, claro...)
La gracia de la novelita estriba en la identidad del asesino (¿o asesinos?), en la destreza con que Juan Gallardo se apropia de una de las teorías reales (concretamente la que en su momento argumentó Arthur Conan Doyle), y en el curioso modo en que el autor le da la vuelta a un buen puñado de situaciones tópicas del Western bolsilibresco, para convertirlas en un Weird Western con todas las de la ley.
A mí ME HA GUSTADO MUCHO. Imprescindible.
(Es de suponer que la idea de esta "exitosa" -por sus cuatro ediciones- novela de Juan Gallardo tiene que ver con la existencia de "Knife For The Ladies", una película también conocida como "Jack The Ripper Goes West", que la verdad, no sé si se llegó a ver en España -quizás en vídeo-. Es de 1974 y yo no la he visto. Pero me gustaría, qué demonios...)
![]() |
"Knife For The Ladies" aka "Jack The Ripper Goes West" (Cuchillos para las damas), una película de 1974. |
Etiquetas:
1988,
1997,
2001,
Astri,
bolsilibros,
Caravana Astri,
curtis garland,
destripador,
Diligencia Astri,
donald curtis,
Far West Astri,
jack the ripper,
micro,
reseñas,
victoriana,
weird western,
Western Astri
sábado, 8 de junio de 2013
Micro Reseña 28: "La piel de mi cadáver", Curtis Garland
"La piel de mi cadáver", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº48, Bruguera, enero 1974. Portada de Alberto Pujolar).
Increíble, original y en verdad brillante novela de Juan Gallardo, que da comienzo con el protagonista haciendo la siguiente declaración:
"Yo... YO SOY MI PROPIO CEREBRO, ENCERRADO EN UNA CAJA DE VIDRIO, y alimentado sólo por impulsos eléctricos..."
Y de aquí, pasamos nada menos que a la isla caribeña de Trinidad, a finales del siglo XIX, y a una trama de zombies haitianos, aparecidos, tarántulas venenosas... y una sucesión de horrores que realmente me ha tocado la fibra sensible.
"La piel de mi cadáver" es, en mi opinión, una aproximación absolutamente original a las ideas del doctor Alphonse Moreau, unas ideas que en las adaptaciones fílmicas de la novela de H.G. Wells se han obviado, y que sobrecogen al atento lector de la obra original.
Este bolsilibro de Curtis Garland no es un pastiche de "La isla del doctor Moreau", sino algo mucho mejor, más fino, más sutil (y por supuesto, más disparatado), y comparte con la declaración de Edward Prendick la atmósfera desasosegante (que el texto editado por Wells comparte a su vez con "El corazón de las tinieblas", de Conrad) y un punto de postmodernidad que, por algún motivo, nos hace olvidar que estamos leyendo una obra que transcurre en la época victoriana.
Sólo Juan Gallardo podría hacer que una frase tan descabellada como la siguiente tuviera todo el sentido del mundo:
"Me pregunté, con un escalofrío, si Maluba sería ya una serpiente... y el ofidio estaría dentro del moreno cuerpo de la hermana gemela de una zombie..."
Imprescindible. ¡REEDICIÓN YA!
ÍTEM MÁS: Hemos encontrado otra novela donde se recicló la cubierta de Alberto Pujolar. Corresponde al número 1120 de la colección Punto Rojo, de Bruguera (hacia 1983 o 1984). Aquí la tienen:
viernes, 7 de junio de 2013
Micro Reseña 27: "Anoche salí de la tumba", Curtis Garland
"Anoche salí de la tumba" de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº2, Bruguera, marzo de 1973. Portada de Ángel Badía Camps).
Esta, la (hasta donde servidor saber) primera novela de horror del maestro Curtis, es una aproximación (bastante gore) a un tipo de novela de terror gótico que nunca existió, y que recuerda en la primera mitad de la novela (de alguna manera) al Wilkie Collins de "La piedra lunar".
Curtis abre la novela con una cita de Poe (de "El entierro prematuro", por más señas), y si alguien espera sutilezas decimonónicas, va listo... En verdad que esta historia, ambientada en la Inglaterra de 1870, tiene algunas de las escenas más brutas que he leído de este autor (y una escena que me ha recordado el final grandguiñolesco de "Herbert West: Reanimador", el relato de Lovecraft).
Podríamos considerar que esta novela es una versión de "Luz de gas"... si el marido malvado fuera un asesino psicópata aficionado a las hachas y a los enterramientos en vida, y si en aquella vieja historia aparecieran zombies (sí, muertos vivientes) resucitados al estilo indio (de la India) y al estilo haitiano (que vienen a ser iguales, en esta obra).
Muy interesante, muy cafre, muy divertida y bastante, bastante espeluznante. (Personalmente, pienso rescatar al personaje de Roger Hastings y a su fiel ayudante, un hindú con turbante llamado Rahma: una pareja excepcional que podría haber protagonizado su propia colección de historias de misterio sobrenatural, al estilo del Carnacki de Hodgson).
La novela se reeditó en el número 241 de Selección Terror, y tanto la cubierta original como la nueva forman parte de la bien nutrida colección de portadas del subgénero "cementerio con chica decimonónica en camisón blanco", a la que dedicaremos un espacio (puramente visual) próximamente...
(Otra reseña de este mismo título, AQUÍ)
![]() |
Portada del número 241 de Selección Terror |
miércoles, 5 de junio de 2013
Micro Reseña 26: "El viento de los muertos", Curtis Garland
"El viento de los muertos", de Curtis Garland (Selección Terror nº577, Bruguera, 1984. Portada de Alberto Pujolar, reciclada de Selección Terror nº121).
Otro gothic work de Juan Gallardo. Marinos fantasmas y referencias al Mary Celeste (y si usted no sabe lo que es, consulte esta página y hágase con el libro que ahí se promociona).
Con la aparición de Philip Benswick, un escritor victoriano que fue coautor de la "Enciclopedia del mar", donde no recogió el caso del Mary Queen, otro barco maldito.
La verdad es que esta novelita me ha encantado, y me parece una de las mejores en la producción garlandiana.
![]() |
Selección Terror nº121, obra de Alberto Pujolar, 1975 |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)