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lunes, 2 de septiembre de 2013

Micro Reseña 78: "Metamorfosis", Law Space


"Metamorfosis", de Law Space (Enrique Sánchez Pascual; Espacio: El Mundo Futuro nº121, Toray, 1958; portada de Fersan -¿alguien sabe quién es "Fersan"?- También en Galaxia 2001 nº283, firmada como Alan Star, EASA-Andina, 1982).


Maravillosa (y temprana) aproximación al tema de los "ultracuerpos" (ya hemos hablado en este blog sobre otras variantes del tema en formato de novela de a duro), que posee una serie de elementos que hacen de este bolsilibro una pequeña joyita.

"Metamorfosis" se abre con un prólogo en el que Law Space cuenta cómo su buen amigo y colega, el autor H.S. Thels (fumador empedernido, no como Space) le hace una visita y charlan acerca del encargo del editor: Space tiene que escribir la enésima novela de invasión, aunque (en palabras suyas) ya "he movido todos los seres posibles: venusianos, jovianos, marcianos, gentes de otras galaxias, del final del cosmos. Los he descrito de todas formas y tamaños: con tentáculos, bicéfalos, telepáticos..."
Sin embargo, Space tiene una nueva idea que comparte con su compañero Thels a regañadientes ("Acabo de entregar una novela. No temas el plagio", le dice Harry Thels): algo relacionado con semillas estelares que huyeron hace millones de años de un mundo destruído; seres inteligentes que sufren metamorfosis y no conocen cuál es su estadio final y adulto...
"Además de haber estado juntos durante muchos años, Harry se dedicó, dentro de la novelística moderna, al mismo campo que yo: la anticipación científica. Y eso ha hecho que nuestras relaciones, que siempre fueron cordiales, se estrechasen aún más.
"Y no quiere decir eso que Thels y yo cultivemos el mismo estilo, ni tengamos, ni mucho menos, las mismas ideas sobre las mismas cosas: precisamente la fuerza, la raíz de nuestra amistad, ha residido en eso: en la disparidad de nuestras opiniones, en la mutua oposición de nuestras ideas".
Todo esto y mucho más nos cuenta Space sobre su amigo Thels. Ha grabado la conversación en un magnetófono y le servirá como preámbulo a la novela. Cuando Space le pregunta a su colega qué se trae entre manos, Thels le dice:
"-¡Oh! Nada de invasiones extraterrenales; el editor está de buenas conmigo. Tengo el proyecto de hacer una trilogía sobre el maquinismo y la cibernética.
-¿Me enviarás el borrador?
-Cuando reciba el tuyo. Tengo ganas de saber lo que has sudado para hilvanar todas esas cosas raras. Aunque confío en que salgas airoso.
-Eso espero, Thels".

Bien: Law Space y H.S. Thels eran pseudónimos del juguetón Enrique Sánchez Pascual, quien también se inventó a Karl Von Vereiter, un médico obligado a experimentar en campos de concentración nazis y que se convirtió en un famoso autor de novelas bélicas. (La reedición de esta novela en Galaxia 2001 estaba firmada como Alan Starr, otro de los muchos nombres de Sánchez Pascual).
Portada de la segunda edición de "Metamorfosis",
en la web de Tercera Fundación.
No la hemos conseguido a mayor resolución,
ni sabemos quién es el autor, ni nada de nada...
Está claro que la tradición de jugar al heterónimo es antigua y muy recurrente: el norteamericano Philip José Farmer lo hizo con fruición, Lem Ryan (Francisco Javier Miguel Gómez) utilizó a su pseudónimo como personaje en una de sus novelas, y de Mark Halloran (Jorge Gubern Ribalta) se decía que había llegado a España "huyendo de los agentes alemanes a través de toda Europa". Si uno echa un vistazo a las contraportadas de colecciones como FBI, de Editorial Rollán, se encontrará con declaraciones firmadas por los autores que explican cómo se encuentran en el escenario donde se están desarrollando los hechos de su próxima novela...
Pero llegar al punto de sacar en un libro a dos heterónimos-personajes perfectamente diferenciados, charlando tranquilamente... bueno, amigos, eso es tener un nivel muy alto.
Curiosamente, en la Red de Redes no es extraño encontrarse con lectores escandalizados cuando descubren estos "trucos", pues los consideran viles engaños: les molesta soberanamente, por ejemplo, que se hable del "Necronomicón" como si fuera un libro real -hay más de una docena de Necronomicones en papel (uno de ellos es una novela de a duro) que existen y se pueden comprar; yo mismo escribí uno-, y consideran que estos procedimientos metaliterarios enturbian las investigaciones bibliográficas. Tienen razón: los autores que jugamos a esto lo hacemos por fastidiar y complicarle la vida a los investigadores e historiadores serios, no lo duden ni por un segundo... Nuestra intención nunca es aportar un nuevo nivel de lectura y de ficción que enriquezca las obras, que genere relaciones entre novelas distintas (el autor de una es el protagonista de esta otra), y que convierta un montón de historietas de marcianos, vaqueros, gángsters y monstruos en un mosaico complejo de múltiples facetas. (Guiño, guiño; codazo, codazo...)

Disquisiciones al margen, la acción de "Metamorfosis" comienza en la ficticia Star City, donde un repartidor de huevos cumple su faena. Poco después descubre que los huevos que ha repartido se han vuelto de color negro y, al romperlos, hieden... Unas semanas después, se produce un fenómeno realmente extraño: un perro empieza a empaparse de cultura en la biblioteca de su ama, un gato cambia los canales de televisión y mira programas educativos y noticieros, unos caballos irrumpen en una biblioteca, unas cobayas ("cobayos", en el texto original) observan atentamente en el microscopio una muestra de tejido cerebral humano, para sorpresa del investigador de turno...
La "invasión" de animales superdotados se extiende por los Estados Unidos de América. Y lo que parece un insólito (y simpático) fenómeno, se convierte en breve en la antesala de horrores que podrían desencadenar una nueva guerra mundial: los USA invaden Latinoamérica y Canadá, multiplican por 500 su presupuesto para defensa, y preparan las armas para enfrentarse al resto del mundo...

Si esto es tan sólo "la enésima variación de los ladrones de cuerpos", como dice la poco laudatoria micro reseña de esta novela por el señor G77 en la web de Tercera Fundación, pues ¿qué quieren que les diga? ¡Que estoy de enhorabuena y que bienvenida sea!
Enrique Sánchez Pascual (padre del guionista de tebeos Enrique Sánchez Abulí, creador del gángster Luca "Torpedo" Torelli) se ha ganado con esta novela mi admiración y pienso seguir leyendo su extensísima obra, tan agradable, tan twilightzonesca en su vertiente cienciaficcionera, y tan ingeniosa.

¿Debo añadir que os la recomiendo fervorosamente?

viernes, 23 de agosto de 2013

Micro Reseña 71: "La noche de los polimorfos", Johnny Garland


"La noche de los polimorfos", de Johnny Garland (Juan Gallardo Muñoz; Espacio: El Mundo Futuro nº306, Toray, 1963. Portada de Piles. Hay otra edición en Terror nº265, EASA-Andina, 1982. No sabemos de quién es la portada).

Si hasta ahora servidor de ustedes decía que la marca de fábrica o, si lo prefieren, el registro de Johnny Garland en la colección Espacio de Toray era el hibridaje entre serie negra y ciencia ficción, hoy tengo que cerrar el pico y señalar esta excepción (que quizá no lo sea: admito mi ignorancia y mi afición a las teorías improvisadas).
"La noche de los polimorfos" se abre con un aviso de la invasión que va a sufrir la Tierra en una sola noche, y comienza con un diálogo de besugos, de tono supuestamente humorístico, entre un humano que está pescando en el río y un polimorfo amabilísimo, simpatiquísimo, encantador (en realidad, a mí me ha parecido empalagoso y estúpido) que avisa al señor John Smith (sí, John Smith) de que durante el transcurso de una sola noche, los extraterrestres polimorfos sustituirán a millones de terrícolas e invadirán el planeta. Cosa que John Smith se toma con resignación cristiana, sin dramatismo alguno.
Esto, claro, nos lleva por enésima vez a "La invasión de los ladrones de cuerpos"... pero por desgracia, esta no es una nueva revisión de Juan Gallardo de la historia de Jack Finney, que el autor conoció no por la novela, sino por una revista inglesa donde se hablaba de la película; Garland hizo su propia versión de la historia en su primera incursión en el terreno de la ci-fi, "Invasores de la Tierra", número 71 de Espacio, Toray, 1957, novela que ni tenemos ni hemos leído. Pero no somos adivinos: ver el artículo de José Carlos Canalda que enlazamos. (Debemos añadir que las revisitaciones del clásico de Finney, o más bien de los diversos filmes relacionados con la película, son legión en el Planeta Bolsilibro: por aquí dejamos constancia de los acercamientos de Lem Ryan en "Peor que morir" o el de Alan Parker en "¡Pesadilla!", ambos pastiches muy meritorios. Algo de los ultracuerpos hay también en otras novelas de Garland que hemos micro reseñado por aquí, como "Capitán Átomo" y "Horror llovido del cielo").
Volviendo a nuestra novela, los derroteros que toma la historia, por desgracia, no son los de los horrores desencadenados por los polimórficos ultracuerpos, sino que "profundiza" (ejem) en la amistad entre Smith y Zirky, el polimorfo. (Sí, se llama Zirky. Es amable y simpático -ya lo habíamos dicho; Garland también- aunque piense absorber al humano). De hecho, se teletransportan al planeta de Zirky para comprobar que una invasión de plantas carnívoras y fango inteligente está destruyendo a la especie de Zirky, y ese es el motivo de que estos pobres bicho tengan que invadir la Tierra. Qué pena, penita, pena... Zirky y Smith se hacen tan amigotes que el humano le presenta a su novia, Lena (que no duda por un instante de la veracidad de la invasión y que, con lógica, no lleva bien la resignación cristiana de su chico).
Y bueno, de repente y sin venir al caso, empiezan a aparecer plantas de esas y fango mortal en la Tierra... así que ya no hay motivo para una invasión, ¿no? De modo que Smith piensa en la solución: ir con Zirky (y con la chica) hasta el planeta de los polimorfos y echar un vistazo al desastre aquel (acababan de volver de allí, pero en fin, viajar por el espacio mola) a ver si se les ocurre algo...
Y la cosa sigue, y sigue, y sigue, despropósito argumental tras despropósito argumental, justificaciones que son más bien excusas y, en fin, un festival de la improvisación que no da buenos resultados.


Terror nº265, EASA-Andinam, 1982.
Una novela extrañísima, disparatada (en el mal sentido) y, sinceramente, aburrida. No me sorprendería averiguar que el gran Juan Gallardo la escribió en "una noche polimórfica", de un tirón, y sin pensar demasiado en lo que estaba haciendo. En algunos momentos (al principio), llegué a pensar que estaba leyendo una revisión de "Marciano, vete a casa" (1955), y quizá iban por ahí los tiros... pero no. Básicamente, "La noche de los polimorfos" es un tostón que, inexplicablemente, apareció reeditado en 1982 en la colección Terror de EASA-Andina, con una portada que sugiere acción a raudales y horrores sin cuento... menuda decepción para el lector.

miércoles, 12 de junio de 2013

Micro Reseña 36: "Capitán Átomo", de Johnny Garland


"Capitán Átomo" de Johnny Garland (Juan Gallardo Muñoz; Galaxia 2001 nº 294, Andina (EASA), 1983; no conozco al autor de la portada. Publicado originalmente en Espacio: El Mundo Futuro nº289, Toray, 1962).

Una novela escrita y publicada a principios de los años 60 con un comienzo inmejorable que (créanlo o no) me recordó al Alan Moore superheróico: Un par de periodistas no precisamente prototípicos que actúan como vehículo narrativo (la historia se estructura por medio de recortes de prensa y diarios, un poco a la manera del "Drácula" de Stoker), un héroe del espacio venido a menos que acaba de salir del sanatorio mental, y una amenaza secreta que se introduce subrepticiamente en la Tierra del año 2009...
Me fascina la visión del futuro (nuestro presente) que el bueno de Juan Gallardo, optimista a más no poder, plantea en la obra:

"Este bendito siglo XXI es hermoso. Tiene maravillas sin fin. Y los hombres procuramos cada día mejorarlo todo, con un esfuerzo realmente extraordinario".

Sí. Exactamente lo que ha sucedido, ¿verdad? Un moderno Nostradamus...

He leído con mucho gusto y placer esta vieja novela garlandiana, de su época pre-Curtis, y aunque la historia se va al garete en el último tercio del bolsilibro (qué forma tan terrible de destruir el planteamiento alanmooriano del héroe venido a menos), también debo decir que el giro desastroso es tan bizarro y tan metido con calzador que, por psicotrónico, me ha parecido bien. (Aparece hasta un personaje centroeuropeo, "el Barón Czaar"...)
¡Dislate!

(De la portada de la edición de 1962, obra de Francisco Javier González Vilanova, no hemos conseguido ninguna reproducción de mayor tamaño. Una pena).

Espacio: El Mundo Futuro nº289; portada de Vilanova, 1962






miércoles, 5 de junio de 2013

Micro Reseña 19: "Horror llovido del cielo", Curtis Garland

"Horror llovido del cielo" de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; La conquista del espacio nº732, Bruguera, enero 1985. Portada de Miguel García).

Un híbrido entre novela de terror y cifi (que nada tiene que ver con la cubierta), una aproximación a las películas de invasión marciana de los años 50 (como eran las novelas ya reseñadas por aquí "Peor que morir" de Lem Ryan o "¡Pesadilla!" de Alan Parker), y un tono yanqui stephenkingiano muy bien conseguido.
Y por supuesto, el disparatado twist-in-the-end del gran Juan Gallardo (una de esas revelaciones que te dejan con cara de "¿pero cómo se le ocurrió este sinsentido?") que hace que la novela sea distinta y se aproxime a... bueno, a la excelencia o a la locura. Y no voy a spoilear nada aquí.
¡Cómo me alegro de que existan más de 2.000 novelas del Maestro Curtis!

(Nota: la portada, de Miguel García, se publicó originalmente en el número 597 de La Conquista del Espacio, como cubierta para la novela "La plataforma de los dioses" de A. Thorkent -Ángel Torres Quesada-, que ya reseñaré en su momento).



La Conquista del Espacio nº597, portada obra de Miguel García, 1981
(Otra nota: Tal y como señala el amigo Juan Castillo, esa imagen y esa nave corresponden a "The Black Hole" (El Abismo Negro), una película de Disney. Aquí tenéis la cubierta de la novelización del filme, realizada por Alan Dean Foster).


El abismo negro, novela de Alan Dean Foster, edición de Ultramar, 1980

Micro Reseña 18: "Peor que morir", Lem Ryan


"Peor que morir", de Lem Ryan (Francisco Javier Miguel Gómez; Héroes del Espacio nº204, Bruguera, enero de 1984. Portada de Miguel García, reciclada de La Conquista del Espacio nº443, 1979).

Terror y Ci-Fi del tipo más insólito. La obra hace mención a la Miskatonic University, curiosamente... Y por cierto, se trata de un "Harry el Sucio contra los Ultracuerpos".


Cuando yo digo "insólito", no lo digo porque sí...


La Conquista del Espacio nº443, portada de Miguel García, 1979)

Micro Reseña 16: "¡¡Pesadilla!!", Alan Parker



"¡¡Pesadilla!!", de Alan Parker (Carlos Echevarría Alonso; Héroes del Espacio nº112. Portada de Alberto Pujolar).



El autor utilizó también el pseudónimo de John Oxford, y es conocido internacionalmente como guionista de cómics (colaboró con Cimoc, entre otras muchas publicaciones; aquí os dejo un enlace). "¡¡Pesadilla!!" es una revisitación de las películas de invasión extraterrestre de los años 50, en su vertiente más agobiante ("Los invasores de Marte", "La invasión de los ultracuerpos"). Muy buena.