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domingo, 11 de mayo de 2014

Micro Reseña 96: "El único que volvió", Curtis Garland

"El único que volvió", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; La Conquista del Espacio nº395, Bruguera, Barcelona, marzo de 1978. Portada de Luis Almazán).

El astronauta Dean Forrester vuelve a la Tierra de la fallida misión americano-soviética Proyecto Eros seis años después de que se le declarara muerto. Eros es un misterioso cuerpo celeste -casi un planeta- que se coló en el sistema solar, un poquito más allá de donde está Plutón y los esfuerzos por conocer algo más de ese páramo helado han sido baldíos... hasta ahora.
Forrester sólo puede contar sus penurias, la soledad, la tristeza por la muerte de sus compañeros -que se pegaron el gran piñazo contra la superficie del planetoide-... y curiosamente, ha olvidado un período completo de tres meses de su estancia en Eros.
A su regreso a la vida normal, lo está esperando su esposa... y Jennifer Forrester se queda en estado, ¡qué felicidad!, pero resulta que a los tres meses de embarazo va a dar a luz a... bueno, a ¡seis niñas! de ojos color violeta, pelo plateado y miradas malignísimas... Vamos a ver, vamos a ver... ¿Tres meses? ¿Será que la señora Forrester se la pegó al astronautra con su mejor amigo? Eso es lo que piensa todo el mundo... hasta que a la NASA empiezan a llegar señoritas con partos múltiples  y muy, muy prematuros (¿un embarazo de 24 horas?; ¿y por qué no?).
Y todas esas criaturitas (hembras, hembras todas) crecen a velocidad vertiginosa, y... y las cosas empiezan a ponerse muy mal para el planeta Tierra.

Esta es una novela muy divertida y muy satisfactoria del gran Garland. Es, obviamente, una variante sobre el tema de "Los cuclillos de Midwich" de John Wyndham ("El pueblo de los malditos", que todo el mundo habrá visto en su versión original o quizás la de Carpenter), pero también bebe de otras fuentes.
Para empezar, me ha parecido una historia farmeriana (por Philip J. Farmer), y no en el sentido mitográfico creativo, sino porque se adentra en el tema de las relaciones sexuales con seres extraterrestres y sus resultados. Además, me parece una historia muy osada que, sinceramente, no sé muy bien cómo logró pasar la censura, pues los bebés "lanzaban miradas libidinosas" (en serio), y cosas así... Y sí, hay mucho sexo. De hecho, Dean Forrester se pone las botas con medio Cabo Cañaveral...
Pero mejor será no entrar en detalles y dejar que ustedes busquen esta novelita y pasen un par de horas estupendas. (Y no se echen las manos a la cabeza por esta historia de promiscuidad intergalactica , desmembramientos y monstruos, pues como es de esperar, por mucho pecado que se cometa y por mucha burrada que se insinúe, Curtis siempre se saca una buena boda de debajo del sombrero...)

miércoles, 14 de agosto de 2013

Micro Reseña 65: "El misterioso Bigfeet", Alex Simmons


"El misterioso Bigfeet", de Alex Simmons (Enrique Sánchez Pascual; Tam Tam nº16, Ceres, septiembre de 1982. Portada de Luis Almazán).

Una divertida novela que podríamos definir como "telefilmesca", y que de haber sido una producción para la televisión de los primeros años 80, casi habría podido contar con el sello de Disney (aunque posiblemente habría sido el sello de una compañía más pequeña, discreta y con menos medios).

En un pueblo norteamericano, cerca de un espacio natural boscoso, empiezan a dejarse ver unas criaturas de tres metros, cubiertas de pelo rojizo, y que definitivamente no son osos. Obviamente, las autoridades no creen a los testigos (la abuelita y su nieto, la mamá y su bebé)... De hecho, al malvado dueño del parque natural (un pariente del alcalde de "Tiburón", sin duda) no le parece bien que las historias sobre el Bigfeet le espanten a los turistas, así que decide echar a la calle al guardabosques (marido de la mamá y el bebé) y poner en su lugar a un cazador de verdad cuya afición principal es llevarse rubias a la caseta de trabajo para trajinárselas a gusto.
A todo esto, el nietecito del que hablábamos se ha hecho fan de los Bigfeet, quiere llevarse uno a casa o, en su defecto, irse a vivir con ellos... y aprovechando una excursión escolar, se fuga para buscar a los gigantes. (Lo que hacen los críos con tal de saltarse las clases...)
Por si esto fuera poco (que, a decir verdad, no es mucho, pero tampoco está mal), hay un puñado de osos salvajes (no como los osos Yoggie que tienen en el bosque, que comen de la mano de los turistas) que son los verdaderos responsables de las diversas tropelías que, hasta el momento, se han atribuido al Bigfeet.
Y, en fin... pues ya se pueden imaginar que antes de que nos queramos dar cuenta, tenemos montada la búsqueda del niño perdido, la caza del monstruo por diversos sectores (los pro-Bigfeet y los anti-Bigfeet), un puñado de escolares sitiados, un tozudo millonario que no quiere saber que hay bichos en sus tierras, gatillos fáciles, chicas y un pequeño lío de mil demonios...

Está bien, la novelita. Agradable, y deja un muy buen sabor de boca. (Y no tiene mucho que ver con el rollo selvático-aventurero de la colección Tam Tam... supongo que esta novela podría haber aparecido igualmente en Selección Terror o en La Conquista del Espacio, aunque ahí también habría estado cogida por los pelos... Si a alguien le gustan los "eslabones perdidos", le recomiendo que, además de esta novela, eche un vistazo a "El yeti" de Curtis Garland, de la que ya hablamos por aquí...)

(Otra micro reseña de esta misma novela realizada por el señor Frunobulax, AQUÍ. De hecho, le hemos tomado prestado su escaneo de la cubierta).

jueves, 18 de julio de 2013

Micro Reseña 54: "Caza de monstruos", Adam Surray



"Caza de monstruos", de Adam Surray (José López García; Selección Terror nº429, mayo de 1981. Portada de Luis Almazán).

Adam Surray es el autor de la novela de ciencia ficción favorita de mi señor padre, "Amor y muerte en tercera fase". No la he leído porque se perdió (y antes o después, otro ejemplar caerá en mis manos y la verán ustedes reseñada por aquí).
Salvo esa referencia (que no es manca), no conocía más opiniones sobre Surray, y aunque tengo por aquí alguna otra obra suya, ha sido la cuádruple reseña en La décima víctima y un par de comentarios del gran garlandiano Andrés Peláez Paz lo que me ha llevado a meterle mano a esta novelita.
Fantástica. Parece una producción de la Troma Films que se hubiera tomado en serio a sí misma.
El argumento es fascinante: El Departamento de Investigaciones Secretas (D.I.S.) de los Estados Unidos, esto es, los tipos que se dedican a hacer Black Ops dentro del territorio nacional, le encargan a uno de sus agentes (un lobo solitario llamado William Corey) la sorprendente misión de atrapar a cuatro fugados de uno de los muchos "sanatorios secretos" que existen en los USA. Los tipos que se han escapado son, en efecto, cuatro monstruos. Y no es un decir: hay un muchacho con una serie de malformaciones espantosas, un señor que anda por ahí sin piel, un vampiro, y un forzudo demasiado inteligente, demasiado sádico y en general, demasiado cabrón...
Los sanatorios estos son, ni más ni menos, campos de concentración y experimentación biológica con seres humanos (ciudadanos americanos, todos ellos) que por un motivo u otro, resultan un poco raritos.
¡Mengele avalado por Yanquilandia!
Pues sí, esa es la osada historia que nos cuenta (entre descuartizamiento, violación y descuartizamiento) el amigo Surray: una versión perversa de Expediente X, que habría hecho cagarse en los pantalones a Fox Mulder, pues aquí los protagonistas no son los buenos chicos del FBI, sino los cabrones que se dedican a hacer sus mierdas por y para el Gobierno. (Y el tipo que saca la basura; Corey).
Y todo esto, contado con un estilo muy semejante al de Joseph Berna (alias "El rey de los puntos y aparte", que dijo alguien), pero mucho más depurado. Lejos de fastidiarle el ritmo la novela o de convertirla en lectura de cinco minutos (que lo es), ese estilo sin comas y puntoapartístico le da el punto dinámico-kitsch que necesita. (Ah, cuánto he echado de menos los verbos personales en esta novelita...) No me preguntéis por qué, pero por alguna razón, mientras estaba leyendo esta historia me he acordado todo el rato de Cormac McCarthy. Llamadme loco.

En fin, ¡qué alegría y qué sorpresa tan agradable! Y es que mi señor padre (a la sazón, un López García como el señor Surray) estaba en lo cierto.
(Y la portada de Almazán, por cierto, no tiene absolutamente nada que ver con el interior. No hay hombres lobo).

jueves, 11 de julio de 2013

Micro Reseña 51: "Esfinge cósmica", Curtis Garland



"Esfinge cósmica", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; La Conquista del Espacio nº710, Bruguera, abril de 1984. Portada de Antonio Bernal. Hay otra edición en Ciencia Ficción nº38, Astri, 1988. Portada de Luis Almazán).

Rhan Seldon ha sobrevivido mil años (o así) criogenizado en una nave espacial "de castigo" por haberse opuesto al régimen totalitario de la Tierra. (Menudo gastazo el de esos fascistas humanitarios, digo yo, si envían al espacio a cada individuo que los cuestiona...) Cuando despierta, Rhan está a tropocientos mil años luz de su planeta, y se frustra mucho (aunque su condena era "a perpetuidad", así que no le debería haber cogido de sorpresa. En fin...) El caso es que se ve atraído por uno de esos simpáticos fenómenos cósmicos que acontecen de vez en cuando y ¡plasca!, termina en un planeta donde lo primero que ve es una especie de esfinge negra (y "ciclópea", nos cuenta Garland), y se encuentra en un lugar descrito así:
"Formas geométricas, rectilíneas masas negras, apenas si se silueteaban en la oscuridad total, formando parte de la misma con la solidez de sus estructuras verticales, prismáticas, a semejanza de bloques de viviendas sin ventanas ni puertas, como una fría y extraña urbe hecha de negros monolitos. Era eso lo que le rodeaba por doquier".
Vamos, un paisaje en la línea de En las montañas de la locura de Lovecraft.
Después la cosa tira por otros derroteros más en hacia La fuga de Logan, pues allá hay civilización humana (no precisamente democrática), y tenemos incluso una "semilla estelar" que suena también muy lovecraftiana, con tentáculos y todo.
Un relato entretenido que tiene sus momentos brillantes (y de vez un cuando, la buena y clásica pelea a puñetazos). Bien.

(No he conseguido la portada de la segunda edición -realizada por Luis Almazán- en mayor resolución. Esto es lo que hay).

Ciencia Ficción nº38, Astri, 1988. Portada de Luis Almazán

ÍTEM MÁS: Seguimos sin tener la portada "original" de luis Almazán con mayor resolución. No obstante, lo que sí hemos conseguido (por casualidad) es la ilustración que Bruce Pennington realizó en 1976 (o 1979, según algunas fuentes) para "The Stone God Awakens", del maestro Philip José Farmer. Parece que el amigo Almazán se inspiró ligeramente en el dibujo de Pennington...




La ilustración original de Bruce Pennington, sin diseño de cubierta:
Pennington, en todo su esplendor.


Y aquí, las dos juntitas:
Un pequeño plagio para la humanidad...



domingo, 16 de junio de 2013

Micro Reseña 40: "Sombras del caos", Lem Ryan



"Sombras del caos", de Lem Ryan (Francisco Javier Miguel Gómez; Héroes del Espacio nº213, Bruguera, 1984; reeditada con un nuevo final en revista Delirio nº9, La Biblioteca del Laberinto, abril de 2012. Portada original de Luis Almazán, reciclada de La Conquista del Espacio nº546, 1980).

Al igual que algunos (pocos) nos preguntábamos por los posibles pastiches holmesianos que pudieran haberse publicado en el inframundo de los bolsilibros españoles, también existía la incógnita de la utilización de los recurrentes Mitos de Cthulhu de H.P. Lovecraft (y una miríada de seguidores) en este formato tan particular y en una época editorial tan curiosa.
La respuesta a la primera cuestión era, obviamente, Curtis Garland (ver la inminente reseña de "El fantasma de Baker Street" o mi breve ensayo sobre dicha obra en el volumen "Sherlock Holmes en Rancho Drácula"). La respuesta a la segunda es, sin duda alguna, Lem Ryan.
"Sombras del caos" es prácticamente el único bolsilibro de Bruguera consagrado a la cosmogonía creada por el Maestro del Horror de Providence, y no deja de ser chistoso que esta aportación a los Mitos apareciera no en Selección Terror, sino en Héroes del Espacio, una de las dos colecciones de ciencia ficción de Bruguera.
En esta novelita, Ryan realiza uno de sus habituales ejercicios de hibridación de géneros (ver "Sangre bajo la Luna", "Peor que morir" y sobre todo "La criatura de la Luna", otro cruce de terror y ci-fi) y nos lleva de paseo por el espacio exterior de la mano de Nyarlathothep, el caos reptante y mensajero de los Dioses Otros.
Lem recrea las atmósferas lovecraftianas en un planeta lejano que nos retrotrae tanto a la visita a la nave extraterrestre de "Alien: El octavo pasajero" (1979), como al perverso mundo del Imperio de Lágrimas que el Green Lantern Abin Sur visitó en "Tigres", una pequeña obra maestra ejecutada en 1986 (dos años después de estas "Sombras del caos") por Alan Moore y Kevin O´Neil.
Se trata de una obra extraña dentro de la producción bolsilibresca general, que Lem Ryan hubo de cerrar precipitadamente y con un final distinto del deseado (o del esperable) por imposiciones editoriales, una falla que en la nueva edición de la novela, el mismo autor se ha encargado de subsanar.
Excelente e imprescindible.

(Sí, creemos que además de alguna referencia suelta en las mismas obras de Ryan, como "Peor que morir", o una mención explícita en "El templo de los siete ídolos" de Garland, hay algún otro mito de Cthulhu escondido entre la selva de las novelas de a duro... pero ya informaremos en su momento).

La Conquista del Espacio nº546, 1980. Portada de Luis Almazán.

miércoles, 5 de junio de 2013

Micro Reseña 24: "Yo, Lázaro", Curtis Garland


"Yo, Lázaro" de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; La Conquista del Espacio nº22, enero de 1971. Portada de Miguel García. Reeditada en La Conquista del Espacio nº382, Bruguera, 1977; y también en Ciencia Ficción nº10, Astri, 1987, con portada de Luis Almazán
).

Otra novela de inmortales del gran Juan Gallardo (la primera novela, por cierto, que publicó en la colección La Conquista del Espacio).

No me ha quedado nada claro si el protagonista era el Lázaro bíblico, pero me ha parecido la mejor primera mitad de novela de Curtis que he leído hasta la fecha. (Y el final no es tan precipitado como siempre). Un periodista narra su entrevista con un condenado a muerte, justo antes de que vaya a ejecutarse la sentencia: "Mañana quiero hablar con usted", dice el condenado.
Brillante.
Hay tres ediciones (yo he leído la primera de ellas). Aquí os dejo las otras portadas; la de la reedición de Astri no tiene nada que ver con el contenido
.

La conquista del espacio nº382, Bruguera, 1977. No sabemos quién es el autor de esta ilustración



Col. Ciencia Ficción nº10, Astri, 1987. Ilustración de Luis Almazán

Micro Reseña 17: "Pánico en las estrellas", Curtis Garland


"Pánico en las estrellas", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz); Héroes del espacio nº 195, Bruguera, julio 1984. Portada de Luis Almazán).

Una mezcla entre "Naves misteriosas" (la peli aquella de Bruce Dern con unos roboticos) y... no sé, ¿"Terror en el espacio" de Mario Bava? Y con algunos tintes de... ¿los mitos de Cthulhu y Star Trek?

Bueno, pues con toda esa mezcla imposible de influencias, estamos, no obstante, ante un coñazo mayúsculo. O eso, o quizás no me ha gustado porque me la leí durante un largo viaje en avión. No lo sé.

Es fácil de conseguir y, eso sí, la (prom
etedera) portada no tiene nada que ver con el interior.
(Por cierto, que "Naves misteriosas" siempre me ha parecido un tostón infumable).