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martes, 7 de abril de 2015

Micro Reseña 100: "Estampida fantástica", Kent Davis


"Estampida fantástica", de Kent Davis (Juan Gallardo Muñoz; Oeste nº180, Astri, agosto 1988. También en Pistolero nº83, Astri, 1997; Far West nº30, Astri, 2000; y en Saloon nº7, Astri, abril 2004).
Insólito weird western del maestro Juan Gallardo Muñoz, publicado bajo el pseudónimo de Kent Davis (que había utilizado en alguna colección policíaca y recuperó para la etapa de Astri).

Mark Orlando, el pistolero solitario y vagabundo que -bajo este nombre u otros muchos- suele protagonizar las historias del Oeste de Juan Gallardo, llega a un siniestro pueblo que parece una versión aumentada del Mary Celeste: en la cantina hay platos con comida reciente, vasos a medio beber, y mesas donde todavía están las cartas de póker y el dinero de las apuestas. No obstante, en el poblado minero de Oro Valley, donde las vetas se agotaron hace ya mucho tiempo, no hay nadie. Todos los habitantes parecen haberse marchado repentinamente... casi en estampida. El ataque de tres perros aparentemente rabiosos y sedientos de sangre y la presencia de la turgente jovencita que asegura que el mismísimo Satanás se apareció en el pueblo no arredra al bueno de Orlando, todo un caballero que ha de enfrentarse a una maldición arrojada por un forajido (ahorcado, muerto y enterrado) y a todos los hombres, mujeres y niños de Oro Valley que vagan por las inmediaciones de la población armados con cuchillos, completamente locos y dispuestos a matar de forma salvaje a todo aquel que se cruce en su camino.
Y si esta situación no nos parece lo suficientemente jodida, el hermano del forajido muerto ha aparecido en Oro Valley con su banda para vengarse de todo el pueblo... pero alguien se ha adelantado, y los pobres pueblerinos ya no son inocentes víctimas, sino que se han convertido en criaturas demoníacas mucho más peligrosas que los mismos criminales...

Definitivamente, el término "Scooby Doo" no se inventó para este interesantísimo (y muy entretenido, efectivo y disfrutable) weird que, en opinión del que suscribe, está entre los mejores del género. Si definimos el "Weird Western" no cómo un western dotado de elemento sobrenatural, sino como un híbrido de western y otros géneros, aquí nos encontramos con una novela de terror con todas las de la ley (con pasajes realmente escalofriantes), una historia de ciencia ficción (en el sentido en que pueda serlo "La aventura del hombre que reptaba" de Conan Doyle) y, por supuesto, un western trepidante (que no está exento de toquecitos picantes y azotainas eróticas).
Recuerden: antes que las modernas novelas españolas del subgénero de "zombis infectados", estuvo "Estampida fantástica" de Juan Gallardo.
(Poco después, hacia octubre de 1988, Gallardo publicó "Terror en el río Dorado", otro weird western con, ahora sí, zombis de los de toda la vida... Pero esa es otra historia, si cabe más disparatada que esta y de la que ya hablamos aquí en otro momento...)



lunes, 9 de septiembre de 2013

Micro Reseña 84: "Algo demasiado horrendo", Peter Debry


"Algo demasiado horrendo", de Peter Debry (Pedro Víctor Debrigode; Punto Rojo nº425, Bruguera, junio de 1970; portada de Rafael Cortiella).

Por la portada (y la colección) de esta novelita del maestro Debry, nade diría que estamos ante un título francamente insólito... pues no se trata de una historia policíaca estándar, ni de un relato de espías, sino de un pastiche de "Los Vengadores" donde John Steed y Emma Peel se convierten en Archer Holigan y Evelyn Brent, agentes de una agencia británica de seguridad comandada por el vegetariano Gran Patrón... y tendrán que enfrentarse nada menos que a unos zombis que andan sueltos por los barrios bajos de Londres.

Un hombre se cuela en la jaula de un zoo y muere a manos de un chimpancé. ¿Una imprudencia? No, un intento de robo... Pero los agentes Holigan y Brent no tienen que investigar esa extraña muerte, más o menos accidental porque Interior esté interesado en los monos, sino porque el individuo llevaba ya muerto y enterrado varios meses...
En el Departamento de Investigaciones Científicas, unos siniestros doctores trabajan duro para reanimar cadáveres, y el difunto profesor Frolick legó su cerebro (que se conserva en un tarro de cristal y está todavía vivo) a sus compañeros del proyecto...
Y Lazarus Chrichton, un capellán y antiguo compañero de Holigan durante la Revolución Mau-Mau, que renegó del cristianismo y montón su propia religión druídica basada en la reencarnación y la resurrección de la carne, presenta en público a Jasper Rains, un tipo que acaba de salir de la tumba. El interrogatorio de Evelyn Brent no tiene desperdicio:
"-¿De qué murió usted?
-¿Eh? Ah, pues no sé. La gente como yo se limita a morir, señorita. No gastamos enfermedades caprichosas ni medicinas caras. Nos morimos. Así, sin más.
-¿Qué decía el certificado de muerte, Rains?
-No estaba yo en posición apropiada para poderlo leer, señorita.
-¿Qué día murió?
-No llevaba cuenta de los días. Era antes de la Pascua Florida.
-Seguimos estando antes de la Pascua de Resurrección, Jasper.
-Ah, entonces he muerto recientemente. Era un día de la semana.
-¿Dónde vive?
-Normalmente, duermo por los matorrales cuando el tiempo es bueno. Pero paso el invierno por las granjas donde, salvo que hay que trabajar un poco, le dan a uno pitanza, calor y cama.
-¿No tiene usted un trabajo fijo? -intervino Holigan.
-No, señor. Me inscribí en los parados, pero no hay manera..."
Y todos los zombis que van apareciendo (a excepción del señor Rains) son antiguos trabajadores del Departamento de Investigaciones Científicas, ya fallecidos.

Peter Debry, después de haber visto un buen puñado de episodios de "Los Vengadores", desata su más ácido sentido del humor en esta negra comedia de agentes poco secretos que tienen su "sala de interrogatorios" en el garaje de casa, de hembras intrépidas, de muertos vivientes, de doctores chiflados, y de brillantes secundarios como el agente Charles Lafayette, un negro jamaicano que se mete al servicio secreto británico para "contar con alguna experiencia" en su futuro puesto como ministro de su país...
No conocía esta faceta satírico-paródica de Debrigode, pero me ha encantado. Sin ser una de esas "buenas novelas negras" a las que ya me estoy acostumbrando, el cambio es sumamente refrescante, original y más que válido: ahora resulta que Debry también era un pastichero muy cercano a la mitología creativa...
En fin: esta es una gratísima sorpresa, sólo una de las muchas que, estoy seguro, me depara la lectura de la amplísima producción de este Maestro que, repito, debería estar más reconocido y reeditado.
¡Muy bien! ¡Y además salen monos!

domingo, 4 de agosto de 2013

Micro Reseña 62: "El Bosque del Horror", Alex Colins


"El Bosque del Horror", de Alex Colins (Fernando Orviso Herce; Selección Terror nº69, Bruguera, junio de 1974. Portada de Jorge Núñez).

Alabama, finales del siglo XIX. El malvado dueño de una plantación (de algodón, suponemos) quiere casarse con la joven, guapa y rica heredera de la plantación vecina. Pero la joven, guapa y rica heredera está enamorada de un pelanas (joven y guapo). Lo que la joven y etcétera heredera no sabe es que su tío y albacea ha hipotecado la plantación y, como la chica no acceda a casarse con el señor Job Wharton, lo va a perder todo. Pero bueno, la chica es como Dios manda y no piensa ceder un ápice...
(Sí, mucho terror no hay hasta aquí; cierto, amigos...)
Así que Job Wharton (el malo) recurre a la ayuda de una bruja local que, en la India y en el África negra, aprendió el bello arte de resucitar a los muertos... y en menos que canta un gallo, la tenemos liada con unos cuantos cadáveres controlados (chapuceramente) a distancia por la vieja Theda, unos villanos que tienen la mala costumbre de morir en sus propias trampas-zombi, y unos buenos que tienen más suerte de la que merecen.

"El Bosque del Horror" (llamado así porque ahí vive la bruja) es una novela que podría haber sido mucho más original y divertida, y con un poco de imaginación, podemos incluirla dentro del género del Weird Western. Está muy bien escrita -pues su autor tenía mucho oficio-, hay un par de buenas escenas y la ambientación sureña pre-Guerra de Secesión está conseguida; pero en mi opinión, se trata de un intento fallido de novela de miedo y -lo peor de todo- es que es demasiado predecible. (No obstante, me sorprende que Alex Colins no volviera a asomar la cabeza por Selección Terror de Bruguera...)

(OTRA RESEÑA de esta novela, en el blog BOLSILIBROS)


SOBRE EL AUTOR:
Fernando Orviso Herce (Logroño, 1926-2007) escribió más de quinientas novelas policíacas, del Oeste y románticas para Rollán y Bruguera desde los años 50. No se prodigó demasiado en las diversas colecciones de terror: el presente es su única novela publicada en Selección Terror de Bruguera, y nos consta que, bajo el pseudónimo de Fred Hercey (el autor utilizó otros muchos nombres en sus obras) escribió también para la colección Terror de EASA-Andina otras siete novelas del género.
Aquí tienen un enlace con un extenso y muy instructivo artículo sobre este escritor riojano: es un pdf; descárguenlo y léanlo con atención, pues es de gran interés.

lunes, 10 de junio de 2013

Micro Reseña 33: "Terror en el río Dorado", Donald Curtis



"Terror en el río Dorado", de Donald Curtis (Juan Gallardo Muñoz; Colección Oeste nº184, Astri, h. octubre 1988. También en Colección Western nº117, Astri, 1997; y en Colección Sheriff nº5, Astri, noviembre 2003, portada de Roca y con título de "Terror en El Dorado").



Colección Western nº117, Astri, 1997


¿Qué pasa cuando los mayores tópicos de la novela del Oeste, tratados de la manera más esquemática y estereotipada, se cruzan con los muertos vivientes haitianos? Pasen, señoras y señores, pasen y vean al vaquero bueno, noble e infalible; a la maestra del pueblo (experta en vurdalaks y en religiones negroides); al cacique malvado y a su descocada, voluptuosa y zorrona esposa; al pistolero malísimo... y a los misteriosos cadáveres andantes que, donde ponen el ojo, ponen la bala...

Se trata de un Weird Western bastante bizarro, escrito deprisa, corriendo y mal... pero no deja de tener su gracia que Juan Gallardo haya sido el único en pisar un terreno que, en la fecha en que se redactó y publicó esta novela (el año 2003) [Nota: en realidad, la primera edición es de 1988], creo que sólo había hollado el señor Joe R. Lansdale... Y la verdad, de corazón lo digo: la novela tiene cierto puntito que la hace muy especial para mí... ¡y es muy divertida!

[Nota: Gallardo ya se había acercado previamente al weird western con zombis. Ver la micro reseña de "Estampida fantástica" de Kent Davis].

Gracias a José Luis González y a la base de datos La Tercera Fundación por las diversas informaciones bibliográficas.



sábado, 8 de junio de 2013

Micro Reseña 28: "La piel de mi cadáver", Curtis Garland



"La piel de mi cadáver", de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº48, Bruguera, enero 1974. Portada de Alberto Pujolar).

Increíble, original y en verdad brillante novela de Juan Gallardo, que da comienzo con el protagonista haciendo la siguiente declaración:
"Yo... YO SOY MI PROPIO CEREBRO, ENCERRADO EN UNA CAJA DE VIDRIO, y alimentado sólo por impulsos eléctricos..."
Y de aquí, pasamos nada menos que a la isla caribeña de Trinidad, a finales del siglo XIX, y a una trama de zombies haitianos, aparecidos, tarántulas venenosas... y una sucesión de horrores que realmente me ha tocado la fibra sensible.
"La piel de mi cadáver" es, en mi opinión, una aproximación absolutamente original a las ideas del doctor Alphonse Moreau, unas ideas que en las adaptaciones fílmicas de la novela de H.G. Wells se han obviado, y que sobrecogen al atento lector de la obra original.
Este bolsilibro de Curtis Garland no es un pastiche de "La isla del doctor Moreau", sino algo mucho mejor, más fino, más sutil (y por supuesto, más disparatado), y comparte con la declaración de Edward Prendick la atmósfera desasosegante (que el texto editado por Wells comparte a su vez con "El corazón de las tinieblas", de Conrad) y un punto de postmodernidad que, por algún motivo, nos hace olvidar que estamos leyendo una obra que transcurre en la época victoriana.
Sólo Juan Gallardo podría hacer que una frase tan descabellada como la siguiente tuviera todo el sentido del mundo:
"Me pregunté, con un escalofrío, si Maluba sería ya una serpiente... y el ofidio estaría dentro del moreno cuerpo de la hermana gemela de una zombie..."
Imprescindible. ¡REEDICIÓN YA!

ÍTEM MÁS: Hemos encontrado otra novela donde se recicló la cubierta de Alberto Pujolar. Corresponde al número 1120 de la colección Punto Rojo, de Bruguera (hacia 1983 o 1984). Aquí la tienen:


viernes, 7 de junio de 2013

Micro Reseña 27: "Anoche salí de la tumba", Curtis Garland


"Anoche salí de la tumba" de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz; Selección Terror nº2, Bruguera, marzo de 1973. Portada de Ángel Badía Camps).

Esta, la (hasta donde servidor saber) primera novela de horror del maestro Curtis, es una aproximación (bastante gore) a un tipo de novela de terror gótico que nunca existió, y que recuerda en la primera mitad de la novela (de alguna manera) al Wilkie Collins de "La piedra lunar".
Curtis abre la novela con una cita de Poe (de "El entierro prematuro", por más señas), y si alguien espera sutilezas decimonónicas, va listo... En verdad que esta historia, ambientada en la Inglaterra de 1870, tiene algunas de las escenas más brutas que he leído de este autor (y una escena que me ha recordado el final grandguiñolesco de "Herbert West: Reanimador", el relato de Lovecraft).
Podríamos considerar que esta novela es una versión de "Luz de gas"... si el marido malvado fuera un asesino psicópata aficionado a las hachas y a los enterramientos en vida, y si en aquella vieja historia aparecieran zombies (sí, muertos vivientes) resucitados al estilo indio (de la India) y al estilo haitiano (que vienen a ser iguales, en esta obra).
Muy interesante, muy cafre, muy divertida y bastante, bastante espeluznante. (Personalmente, pienso rescatar al personaje de Roger Hastings y a su fiel ayudante, un hindú con turbante llamado Rahma: una pareja excepcional que podría haber protagonizado su propia colección de historias de misterio sobrenatural, al estilo del Carnacki de Hodgson).

La novela se reeditó en el número 241 de Selección Terror, y tanto la cubierta original como la nueva forman parte de la bien nutrida colección de portadas del subgénero "cementerio con chica decimonónica en camisón blanco", a la que dedicaremos un espacio (puramente visual) próximamente...

(Otra reseña de este mismo título, AQUÍ)

Portada del número 241 de Selección Terror