ACTUALIZADO:
Hubo un tiempo no demasiado lejano en que la materia de los sueños estaba conformada por 96 páginas en tamaño 10,5x15 cm, envueltas en siniestras cubiertas coloristas (si es que "siniestras" y "coloristas" pueden encajar como adjetivos de un mismo sustantivo... y yo diría que sí). Y la materia de los sueños era barata. Tanto, que recibía el nombre de "novelas de a duro".
Hubo una legión de profesionales que, desde los inicios de la década de 1950, rescataron del imaginario colectivo, del inconsciente jungiano, del mundo de las ideas de Platón (o de Alan Moore), o vaya usted a saber de dónde, una miríada de historias pintorescas de todo calado: románticas, del Oeste, policíacas, de la selva, de miedo, del espacio...
Durante mucho tiempo, de esos autores sólo se conocían sus insólitos nom de plume, todos ellos anglosajones, o lo que en castellano se podía entender por anglosajón. Pero en realidad, tras esos rimbombantes pseudónimos se ocultaban apellidos de lo más pedestre, pues ahí estaban los González y los López y los Martínez de toda la vida.
Hoy, empezamos a reivindicar un ingente trabajo profesional, ninguneado durante años. Autores e investigadores reflotan estas miles (y miles y miles) de obras y hablan de ellas en tertulias, artículos, simposios, conferencias y hasta en los bares. Los especialistas, como si fueran tan sólo coleccionistas, rastrean la joya perdida, imposible, inencontrable, legendaria, de la que tan sólo se habla entre susurros, en oscuros rincones de la Red de Redes. El profano que se aproxima a la cultura de una civilización perdida, cultura que en otros tiempos estaba abierta a cualquiera que se acercara al kiosco, se encuentra con un universo esotérico de referencias cruzadas, símbolos arcanos, tratos impíos y duelos a muerte entre hombres maduros, capaces de ofrecer un pedacito de su alma (y un alto porcentaje de sus ahorros) con tal de rellenar el hueco que falta en su biblioteca de prodigios de otra edad. El profano, precisamente por su condición de profano, observa las manchas de bocadillos desconocidos para la ciencia en las páginas polvorientas y los signos trazados con bolígrafo aquí y allá, y se pregunta "¿qué significa todo esto?; ¿qué misterio encierra?"
Uno de los Altos Constructores de Historias utilizaba los nombres de Johnny Garland, Donald Curtis, Addison Starr, Glenn Forrester, y otros muchos... pues como sucedía en aquella gloriosa edad, este Alto Constructor de Historias sabía del poder de los nombres, y el suyo propio permanecía oculto. En aquel tiempo, y en este, llamarse Juan Gallardo no era lo mismo que llamarse, por ejemplo, Curtis Garland. Ese era, por entonces, el castigo para los Iniciados en la magia de la palabra si querían convertirse en Maestros.
Juan Gallardo construyó, palabra a palabra, línea a línea, más de 2.000 historias. Y el profano, cuando reflexiona durante más de un minuto, se percata de que ahí, en ese cúmulo de papel y tinta, ha de encontrar el tesoro.
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Tras llegar a un acuerdo con Mercedes Gallardo, hija y heredera de Juan Gallardo Muñoz, hemos puesto en marcha un proyecto que habrá de recuperar, al menos, 7 novelas de Donald Curtis, enmarcadas en el género conocido como Weird Western. Se trata de un volumen de 602 páginas, con ilustración de cubierta de Sergio Bleda, prólogo del curtisólogo Andrés Peláez Paz, y presentaciones y comentarios de servidor de ustedes. El libro contendrá los siguientes títulos (aunque esto está sujeto a revisión de última hora):Drácula en el Oeste
Drácula West
Terror en el río Dorado
Luna de sangre y muerte
El monstruo va al Oeste
Estampida fantástica
El Destripador llegó al Oeste
El título de esta antología será MONSTRUOS EN EL OESTE (como no podía ser de otro modo), y abarca desde weird westerns clásicos como Drácula West (1972), hasta relatos mitográfico creativos que toman prestadas creaciones de otros autores, como sucede con El monstruo va al Oeste (con el doctor Frankenstein); pasando por personajes victorianos históricos en El Destripador llegó al Oeste; o elementos de horror contemporáneos, como los zombis que aparecen en Estampida Fantástica (1988). Y también hay hombres lobo y zombis haitianos, claro...
Recuperamos con esta compilación el sentido de la maravilla que impregna las obras de Juan Gallardo y que ha fascinado a generaciones enteras. Cuando la suscripción se ponga en marcha, el coste será de 20 euros por ejemplar (gastos de envío incluidos dentro de España; para pedidos de fuera del país, consultar en fabulasext@hotmail.com). El PVP del volumen cuando la suscripción concluya y se ponga a la venta será de 25 euros.
Los interesados deben dirigirse desde este momento al mail que ya hemos facilitado, y avisaremos de las condiciones de pago por ese medio.
Este proyecto necesita pre suscriptores. Y los necesita YA.
Donald Curtis, Keith Luger, Silver Kane, Marcial Lapuente Estefanía (aunque éste último su narrativa me daba algo de sueño) y se me escapan otros nombres pero era como estar viendo películas de Tarantino en mi niñez.
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