Esta micro reseña está dedicada a Sergio Bleda y a la sección de cómic de la Miskatonic University.
"Cómic de terror", de Adam Surray (José López García; Selección Terror nº376, Bruguera, mayo de 1980. Portada de Antonio Bernal).
Sorprendente, impresionante, imprescindible y muy violenta historia sobre Charles Williams (no el famoso novelista de serie negra; aunque me temo que el nombre no es coincidencia), un aspirante a dibujante de tebeos en los Estados Unidos cuyo estilo demasiado clasicón no es del gusto de editores como DC y Marvel Comics, Warren (todos ellos citados tal cual en la novela), o la californiana Aldrich Publishing Co., empresa editorial de historietas especializada en pornografía violenta, parodias salaces de personajes clásicos, y tebeos de terror sangriento y visceral.
Lo que le están pidiendo al bueno de Charles, que acaba de salir del psiquiátrico después de diez años de internamiento, es sexo y violencia. Y Charles, cuyo sueño es ser un dibujante de comics profesional, piensa darles sexo y violencia. Ultrarrealista, a ser posible.
Si la Aldrich Publishing edita a personajes como Star-Girl, que es una suerte de Barbarella pero con escenas porno muy explícitas (todo tipo de orgías con alienígenas y monstruos, lo que me lleva a pensar en "Druuna" de Eleuteri Serpieri, creada en 1985; recordemos que la presente novela se publicó en 1980), lo que le gusta a Charles Williams son los clásicos de la King Features Syndicate. Así que decide tomar muestras del natural, inspirado en las novias de los personajes más famosos, y ayudado de la siempre buena y fiel guía de teléfonos, busca (para abrir boca) a las Diana Palmer de California, y encuentra a una que es clavadita, clavadita, clavadita a la novia de The Phantom, el famoso personaje de Lee Falk. Y el bueno de Charles, armado con una taladradora, realiza su primer trabajo.
Luego le tocará a Narda, la novia de Mandrake el Mago.
Y después...
Este es la delirante sinopsis de este relato, splattler y gore a partes iguales, muy bien escrito -ya decíamos en una reseña anterior que Surray, al igual que Joseph Berna, era aficionado a los puntos y aparte; pero hace un uso mucho más inteligente que Berna de la técnica rellenadora de páginas y hasta se puede hablar de que tiene estilo propio-, muy agradable de leer -en el sentido de que es una buena historia, aunque tiene sus momentos de revolver las tripas por lo truculento de las descripciones-, y muy correcto. De hecho, me parece una novelita cojonuda y muy original.
Las referencias comiqueras son constantes (por ahí desfilan no sólo personajes como Flash Gordon, Rip Kirby o el Príncipe Valiente, sino también autores como Alex Raymond, Sy Barry, Burne Hogarth y algunos más), y ni siquiera es una apología de "lo peligrosos que son los cómics de terror para la moral y para la salud mental", pues Surray se entretiene en explicar que el chalado de turno ya estaba como una regadera desde antes de que le diera por coleccionar tebeos viejos, por escuchar las voces de los personajes en su cabeza, y por buscar a las novias de los héroes para aprender anatomía con ellas.
Mención aparte merece la portada de Antonio Bernal, que me ha parecido acojonante y casi que única entre las muchas cubiertas de Selección Terror: Creo que logró conjuntar muy bien el estilo pretendidadamente hiperrealista de las ilustraciones de la colección con el tono que se le presuponía entonces a los tebeos.
¡Qué gran novela de a duro, amigos!
Ya solo por la portada dan ganas de leerla. ¡Que bueno sería echarle el guante!.
ResponderEliminarExcelente micro, como siempre.
Es realmente buena. Surray es todo un descubrimiento para mí; pienso seguirle la pista muy de cerca...
Eliminar¡Jo, dónde podría yo conseguir esta novela! Me muero por leerla. Recuerdo otra novela también relacionada con los comics -creo que era de Clark Carrados- que se titula "El honorable matrimonio Espectro". Trataba de un dibujante que había creado a este matrimonio espectral, el cual cobraba vida... o algo así. Pero la leí allá por 1981 ó 1982, cuando tenía 11 ó 12 años. La portada era inquietante, con el matrimonio espectro frente a un carromato, creo recordar.
ResponderEliminarEste blog es maravilloso. Mil felicitaciones.
Alberto.